La atroz guerra del Congo está ligada al gran apetito de Occidente por los minerales estratégicos esenciales para las industrias electrónica y militar. El metal de tantalio de alto grado, que se procesa a partir del mineral precioso coltan, hace posible fabricar equipos electrónicos cada vez más pequeños como los “smart phones” y las tabletas. También es esencial para impulsar una nueva serie de aplicaciones militares como los drones.