Un manotazo duro, un golpe helado
Un hachazo invisible y homicida
Un empujón brutal te ha derribado
No hay extensión más grande que mi herida
Lloro mi desventura y sus conjuntos
Y siento más tu muerte que mi vida
Ando sobre rastrojos de difuntos
Y sin calor de nadie y sin consuelo
Voy de mi corazón a mis asuntos