Desde el 2010 murió en las faenas un promedio de 12 obreros por semana. Un total de 6.751 trabajadores inmigrantes murieron para que usted; «¡Viva el fútbol!» Esto, sin contar los obreros de Kenia y Filipinas, donde no se llevan registros migratorios. Se construyeron 8 estadios espectaculares, pero manchados de sangre.