Perú ha vuelto al Qapaj Ñan, la ancestral guerra contra el sistema colonial, se ha convertido en millones de votos de esperanza, ponchos al viento festejan el cálido aliento de Tupak Amaru y de la generosa mano de Micaela Bastidas los abrazos de la Pachamama, ya no hay vuelta; el camino ha quedado señalado y los mil entuertos que puedan inventar los odiadores, serán sepultados por la Tempestad en los Andes.