Las últimas semanas golpearon duramente el ánimo del Presidente, sus colaboradores y socios o empleados más cercanos. Las últimas encuestas lo ubican lejos de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en segunda vuelta.  Ya no quedaban dudas: la tendencia adquiría el rumbo de lo definitivo e inexorable. Aquel “¡Hagan algo!”, que estalló en la cara de Macri -semanas atrás- pronunciado por un modesto trabajador retumbaba en los principales despachos oficiales.