«Yo misma me sorprendo de mi decisión. Irme, no estaba eb mis planes, pero las cosas importantes nos exigen grandes desafíos, grandes sacrificios. Hoy siento que tod es clarísimo. Que miro la cara de mi hija y se lo que debo hacer. Es mi deber. Camino por una ruta que nunca he pisado. Por eso camino con calma. Porque no me mueve el miedo, no me mueve el temor, sino que me mueve la esperanza.»