He asumido la responsabilidad de convocar al pueblo para informarle. Por lo tanto, pido que me escuchen, porque es fundamental que cada uno de los que está aquí y los que me escuchan por la radio, tengan conciencia cabal de lo que ha sucedido y además comprendan la tarea que tienen que cumplir desde hoy hacia el futuro.
Por eso pido no se me interrumpa ni con aplausos, ni con gritos, ni con consignas. El momento  es demasiado duro y la responsabilidad que tengo me obliga a pedir más que nunca que el pueblo comprenda cuanto espero de su serenidad y de su firmeza.