Hay quienes quedaron congelados en el Chile de hace un lustro. No ven, ni entienden que el país cambió, que la ciudadanía irrumpió desde la calle y la reflexión colectiva para abrir las puertas de la democracia. No entienden que ya no hay espacios para las mismas élites clientelares, nepóticas y neoliberales que fueron sello de una Concertación ya derrotada. Ese tiempo pasó, hoy es la oportunidad de Nueva Mayoría, un espacio que supone no sólo un nuevo programa, sino también nuevos liderazgos y prácticas políticas.