Primero, en la conversación entre Rouseff y Lula, no hay una palabra, una frase, en el transcurso del diálogo que permita sustentar esta afirmación. En la conversación, Dilma simplemente informa a Lula que le está enviando el “plazo de posesión” (termo de posse), documento jurídico que hace parte de la documentación de todo ocupante de un cargo político. Y segundo ningún agente de policía está autorizado para interceptar el número de la presidenta, ni con la autorización de un juez de primera instancia. Es preciso autorización expresa del Tribunal Superior Federal. Para varias personas que tuvieron acceso al audio, el ruido de la marcación y voces posteriores muestran que ella era el blanco que permitió aquella intercepción.