«Hay que reconocer que el chileno, pueblo del que no soy admirador, es un pueblo bastante despreciable en varios de sus rasgos, por ejemplo, el ser muy cobarde y extremadamente oportunista. Entonces, uno ve cosas que hacen reír, como temas relacionados a Pinochet. Hoy hay que hacer una encuesta para encontrar a un partidario de Pinochet de esa época. ¡Están todos escondidos! y niegan el haber apoyado al régimen, pese a que votaron por él.»