El “te-Fontaine” se parece al cuento del tío
Ricardo Lagos Weber y el pequeñín Andrés Zaldívar se ven conminados a realizar ingentes esfuerzos para convencernos de que en esta reunión de té y galletas no ha ganado la derecha, como lo pronosticara el gran Radomiro Tomic, sino que habría que cambiar la frase de este ilustre república, por la expresión: “cuando se negocia con la derecha, es siempre la izquierda la que gana”. Estos caballeros de la política creen que somos aún tan ingenuos como para creer que salieron derrotados los Monckeberg y los Coloma.