La experiencia demuestra que los movimientos de izquierda pueden llegar al gobierno pero, sin embargo, no llegan a conquistar el poder. La democracia, es decir el ejercicio del poder por el pueblo y para el pueblo, requiere mucho más. Hoy, el problema se plantea en Grecia con Syriza y en un futuro se planteará en España con Podemos, si ese movimientos ganara las elecciones generales de finales de 2015. El problema también se planteó en Venezuela a […], en Bolivia […], en Ecuador, o incluso, algunas décadas antes con la elección de Salvador Allende en Chile, en 1970.