Es bien sabido que el personaje histórico a quien más admiró Salvador Allende fue José Manuel Balmaceda, “el Presidente mártir”, que murió por sus ideales, luchando contra la fronda plutocrática. El poeta Rubén Darío lo retrataba de la siguiente manera: “El señor José Manuel Balmaceda es un liberal rojo”.
“Su voz es vibrante y dominante; sus figura llena de distinción; la cabeza erguida, adornada por una poblada melena, el cuerpo delgado e imponente, su trato irreprochable, de hombre de corte y de salón, que indicas a la vez al diplomático de tacto y al hombre cuto. Es el hombre moderno”