La extrema derecha, con manifiestos rasgos fascistas, crece de forma preocupante en Europa. Liberales y socialdemócratas tienen alta responsabilidad en su emergencia. Le dieron la espalda al Estado del bienestar y se aferraron al neoliberalismo. Apoyaron a la banca en la crisis financiera del 2008 en vez de a los trabajadores. En este cuadro, con un desempleo creciente y una masiva ola de refugiados, generada por las guerras en Siria e Irak, la ciudadanía optó por el populismo de derecha.