El daño psicológico que enfrenta la población en todo el mundo es enorme, porque se la somete a un duro castigo, similar a la de un campo de batalla debido a la brutal inestabilidad, dentro de la cual deben basar sus proyectos de vida que son de largo plazo, como formar familia, criar hijos, educarlos, etc. Lo grave de esta nueva realidad, es que las nuevas generaciones con preparación universitaria, utilizando sus mejores recursos logrados con la educación que recibieron, flotan en un vacio laboral, porque el aprendizaje saturado con racionalidades, elaborados procesos de pensamientos analíticos, dominio del lenguaje y control están sufriendo menor demanda y en algunos caso la obsolescencia, porque cambiaron las reglas del juego, decidieron concentrar en pocas transnacionales la producción a escala mundial con sistemas robotizados, computación, dejando fuera a los nuevos egresados.