Crisis ecológica y crisis social plantean la inminente  necesidad de otra organización del trabajo y de la vida en el mundo, en que no predomine la lógica y la cultura de la maximización de utilidades y riquezas sino la que en busca de la libertad humana se desarrolló desde los inicios del capitalismo mercantil y usurario, y en la cultura, desde el  Renacimiento y la Ilustración hasta el nuevo pensamiento revolucionario, que con Cuba y los Zapatistas, encabeza hoy en Roma el Papa Francisco, y que es cultivada cada vez más por esa juventud que empezó a andar en l968 y a la que hereda la que hoy no sólo va a prever el futuro sino va a vivir el futuro.