Es complicado saber cuándo un oportunista exhibe su verdadera cara, al cambiar de casaca y transformarse en todo lo contrario a lo que predicó durante gran parte de su vida.
Y es que, aunque resulte difícil de digerir, el actual secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha sido militante de la izquierda uruguaya, en el Frente Amplio. También fue canciller en el gobierno de José Mujica desde el 2010 hasta el 2015, y hasta hizo promesas –cuando saltó a la OEA el 18 de marzo del 2015– de llevar esta organización adelante como «representante de los pueblos latinoamericanos».