Los judios (Jews) son miembros de un pueblo etno-religiosos, disperso en todo el mundo y pertenecen a la nación israelí, cuyos miembros hebreos son parte del pueblo judío. Es crucial que reconozcamos esto. Decide nuestra perspectiva. Casi en modo literal. Miramos hacia los centros judíos como Nueva York, Londres, París y Berlín, ¿o estamos mirando a nuestros vecinos, Damasco y Beirut y el Cairo? ¿Somos parte de una región habitada por árabes? ¿Consideramos que hacer la paz con estos árabes y sobre todo con los palestinos, es la principal tarea de esta generación?. No somos inquilinos temporáneos de este país, prontos en cada momento a irnos y alcanzar a nuestros hermanos y hermanas judíos en todo el mundo. Pertenecemos a este país y viviremos aquí por muchas generaciones futuras y por esto debemos ser vecinos pacíficos en esta región, que hace 75 años atrás la llamé “la región semítica”. La nueva ley nación, con su clara naturaleza semi-fascista, demuestra cuánto sea urgente este debate. Debemos decidir quiénes somos, qué queremos y dónde pertenecemos. O estaremos condenados a un permanente estado de impermanencia.