Las declaraciones del nuevo Jefe de la Fuerza Aérea, General de Aviación Jorge Robles, ratifican que las FFAA aun no asimilan el papel que jugaron, arrastrados por los mandos de la época, en quebrantar por medio de la violencia la democracia en Chile, derrocando a un gobierno legal y democráticamente elegido por el pueblo. Sus afirmaciones no asumen la responsabilidad por el papel activo y preponderante de la Fuerza Aérea de Chile en el terrorismo de Estado.