Por aquella época (años 20} en que el machismo era muy fuerte en el liderazgo de la clase obrera chilena, Isabel promovía activos centros feministas-socialistas en el norte. Fue una mujer muy adelantada para la época que le tocó vivir. En 1920 integró en Santiago el Consejo Femenino, convirtiéndose en activa propagandista y promotora de la organización obrera femenina de la capital.
Hacia 1922, desde las páginas de la FOCH (Federación Obrera de Chile), Isabel llamaba a “todas las femeninas que sufren hoy la puñalada de los abusos y ven ceñirse sobre sus hogares la silueta del hambre y la miseria, contemplan sus hijos descalzos e ignorantes, deben acudir al llamado que le hacen sus compañeras de dolor, para que todas unidas, conquisten mejores días para sus hogares… Acudid, pues, compañeras del barrio a organizarse en la sección femenina que tiene su local en Andes 2146.”