Varias veces, los políticos optan por cuestionar al resto, antes que ser autocríticos. Esa antigua práctica es, precisamente, la que la ciudadanía cuestiona y los tiene sumidos en una crisis de desconfianza y de credibilidad. Son pocos los que se atreven a decir, en público, que la alianza de gobierno ha equivocado el camino, situación que evidencian los sondeos de opinión pública como es el caso, por ejemplo, de la encuesta Adimark (febrero de 2017) que ubicó en un 23% el apoyo al gobierno y en un 78% la desaprobación a la gestión.