Lo concreto y real es que desde “la cocina de Piñera” sólo ha salido una ley que aumenta las subvenciones a los organismos que han maltratado niños vulnerados en sus derechos. Para Piñera lo primero es llenar los bolsillos de muchos privados que durante décadas han vulnerado a los niños. No importa cuantas veces violen o golpeen a un niño en un hogar privado, no existe fiscalización y ese niño no tiene a quién recurrir.