La comunicadora social resaltó que la ciudadanía mundial se encuentra a merced de un puñado de grandes empresas privadas, quienes en ausencia de una adecuada regulación o supervisión democrática, han establecido su hegemonía sobre la información. Para Burch, esto ha traído como consecuencia que cada vez nos alejemos más de una Internet ciudadana, “creada por la gente para la gente, bajo nuestro control, que fomente los comunes”.