Al chocar las copas luego del brindis de despedida del regresivo 2016 (considerando al mundo en general), alguien me espetó una inquietante aseveración: “los comités de base no existen”. Admitir su defunción no sería un buen comienzo del nuevo año y no sólo para el Uruguay sino para la izquierda universal de la que el Frente Amplio (FA) es parte inescindible, aunque muy particular.