Empresas Públicas de Medellín, EPM, inició la tala de 4.500 hectáreas de bosque seco tropical, en la zona donde se lleva a cabo el proyecto hidroeléctrico Hidroituango. La actividad ya deja las primeras víctimas pues cientos de animales han perdido su hábitat y muchos de ellos son especies en peligro de desaparecer.