El gobierno de Apruebo Dignidad, con el PC en el centro de su proyecto, no hace más que normalizar lo que siempre hemos visto en nuestras organizaciones sociales, culturales, territoriales, donde la militancia del PC ha estado siempre presente y nadie se alarma ni asusta por ello. El partido de Recabarren no es infalible, ni menos intachable. Pero es una fuerza transformadora que seguramente dará lo mejor de sí, en un momento clave de nuestra historia.