Si Trump gana las elecciones, cuenta con el apoyo estratégico de un relativamente pequeño pero poderoso sector del establishment que ha sido marginado del poder desde los tiempos de Nixon. Se trata de los antiguos capitanes de la industria norteamericana desplazados por el sector financiero ‘globalizado’. En política exterior, Trump es ‘alumno’ de Henry Kissinger quien promueve un acercamiento a Rusia, contrario a la posición prevaleciente en los círculos dominantes de EEUU.