Lo primero y principal fue ponerse al lado del campo argentino, esto es, de las pocas grandes empresas agroexportadoras. La medida ha sido levantar las retenciones al trigo, el maíz y la carne, y bajar cinco puntos en la alícuota que paga la soja. Esto significa que el Presidente Macri le permite a las grandes firmas agroexportadoras de una plusvalía adicional entre 4.000 y 8.000 millones de dólares. A partir de ahora, se vuelve a la época de la súplica. Lo que prevalecerá es el ruego a estos grandes poderes económicos para que sean “buenos y generosos” y quieran ayudar a la República ingresando una parte de este nuevo botín.