Conforme se acercan las elecciones por la presidencia en Estados Unidos marcadas para el 3 de noviembre de 2020, aflora una tendencia a apoyar a un candidato progresista e incluso socialista, impensable hasta hace un par de años, mientras se teme que las políticas del actual mandatario Donald Trump lleven al país a un nueva recesión o a un holocausto climático y/o nuclear.