El mayor ajuste económico que vendrá de la mano del Acuerdo Stand-by revisado, ha convertido a Argentina en un escenario de movilización social creciente. Rutas y calles son cortadas por manifestantes que expresan la angustia de la vertiginosa pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos, cuando no de sus empleos, así como las dificultades para acceder a insumos y servicios médicos y educativos que se vienen recortando. Además del ajuste fiscal, el incremento de las tasas de interés y la megadevaluación del peso (solo en agosto fue del 35%) están generando una disolución del aparato productivo con creciente desempleo.