¿Quién es el culpable, entonces? En lo que hoy día es Tanzania se sabe que apareció el primer ser humano de la historia, hace varios millones de años. ¿Por qué quedamos tan atrasados? ¿Por qué hemos debido sufrir tantas tropelías? ¿Ustedes se imaginan Europa repartida desde un escritorio, o debajo de un árbol, en una reunión de los jefes africanos? La Conferencia de Berlín no fue un chiste, un invento, una quimera. Ahí repartieron mi continente, mi gente, mis recursos, como niños que reparten un pastel. ¿Lo sabían, verdad? El 26 de febrero de 1885, en Berlín, Alemania, 14 varones representantes de otros tantos países –ninguno africano, valga aclarar–, y presididos por el canciller teutón von Bismarck, sentados frente a un mapa del África jugaron a repartirse el continente.