A partir de la década de 1990, al iniciarse las grandes cumbres entre los distintos pueblos originarios del sur y del norte, el Cóndor y el Águila se reencontraran, y empezaran a volar juntos. Del amor de ambos nació el Quetzal de América Central, una de las aves más bellas de la naturaleza, ave de la cosmovisión maya, que expresa la unión del corazón con la mente, del arte con la ciencia, de lo masculino con lo femenino.