Los meten en la cárcel porque sí, con juicios sin causa, auténticas bufonadas; y ahí se pudren. Nadie está libre de esa maldición. Pero los saharauis, que son valientes, nunca van a someterse. En público para que todos se enteren, ante un juez, de tú a tú, denuncian la ocupación, denuncian las torturas y el trato carcelario, denuncian el encarcelamiento lejos de su tierra, el aislamiento. Hacen huelgas de hambre para protestar, para que el mundo sepa. Khadda El Bachir mantiene la huelga de hambre iniciada el 18 de septiembre.
Pero el mundo mira para otro lado.