Las cinco enfermedades más comunes en México están ligadas a la producción y consumo de alimentos provenientes de la cadena agroalimentaria industrial: diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares.
Ante el desperdicio y la gravedad de los problemas de salud y ambientales que provoca la cadena industrial de alimentos, urge replantearse políticas que la desalienten y estimulen en su lugar la producción diversificada, sin químicos, con semillas propias y en pequeña escala, que además es la base de trabajo y sustento de más de 80 por ciento de los agricultores del país.