Eso es en lo que están trabajando Rusia y otros países: la formación de un nuevo orden posatlántico, posanglosajón, posestadounidense. Una Europa soberana que sepa cuidar de sus propios intereses sería para Rusia un vecino mucho más prudente y cuidadoso, que una Europa influida y dirigida por fuerzas con aspiraciones de dominio global. Más que eso, la formación de un nuevo polo ayuda a equilibrar la supremacía de EEUU dentro de la propia OTAN.