“Tenemos trabajadoras desechables, que producto del cansancio y los pesticidas, a los 40 o 50 años están enfermas y sin poder trabajar”, Alicia Muñoz. Miles de mujeres rurales de Chile que trabajan como temporeras en la agricultura para la exportación, son foco de pobreza y desigualdad y de la desprotección laboral, pese a que su labor genera ganancias multimillonarias a la industria local.