¿Puede gobernar un ser humano en este estado de salud?
Las imágenes capturadas en la ciudad colombiana de Cúcuta, en febrero del año pasado, cuando Piñera viajó hasta esa ciudad colombiana en la frontera con Venezuela, para entregar entregar su apoyo a Juan Guaidó, se suman a las capturadas este fin de semana, cuando participó en los funerales de su tío Bernardino Piñera, muestran un grado muy avanzado del deterioro de salud que sufre el presidente de Chile. La pregunta que surge espontánea, cuando miles de chilenos están muriendo en medio de una epidemia que ha sido enfrentada con absoluta improvisación e irresponsabilidad, es, ¿puede gobernar una persona en ese estado de salud?.
A ocho meses del 18 de octubre la revuelta popular no abortará
Este mal gobierno no deja otra alternativa que actuar como pueblo soberano, e impulsar desde abajo iniciativas autónomas para enfrentar el hambre y la sobrevida y contribuir a la reorganización del movimiento popular hasta que las condiciones sanitarias permitan retomar también la iniciativa política. Eso implicará sin duda exigir que comparezcan y rindan cuenta ante la justicia, todos los personeros de gobierno responsables de la situación que vivimos, y todos aquellos que se sumen a Acuerdos Políticos que nos impidan avanzar para realizar los cambios que necesitamos: una nueva constitución y una total reorganización del país para avanzar a una democracia real, que incluya la revisión de todos los tratados de libre comercio y el retiro definitivo del TPP-11 del Congreso.
Pandemia COVID-19: ¿Y si todos los muertos importaran?
El miedo ya está simbolizado en una mascarilla o en conductas de un fiel «soldado» que respalda a las autoridades y asiente en todo lo que emiten los Medios oficiales. Todo disidente que se salga de los parámetros de las autoridades o de los Grandes Medios de Comunicación son un «enemigo» al cual hay que «aplastar», censurar, ignorar o ridiculizar.
Cobre: Codelco, ‘extractivismo’, cadenas de valor y servicios a la minería
Este artículo expone el contenido y consecuencias de una política extractivista, en que se extrae de las entrañas de la tierra la mayor cantidad de mineral posible y se vende al precio de mercado sobre el cual no tenemos ningún control. El tema es el cobre, pero se aplica a otros commodities que las economías emergentes venden a las compañías transnacionales. Dichas compañías transforman la materia prima es decir, el concentrado en cobre fundido y acercan con ello el mineral al consumidor final bajo la forma de automóviles, computadores, cables, inmuebles, barcos, aviones, misiles, balas y cañones, etcétera.
Chile. El blindaje de los intocables
Mi indignada crítica a Cristián Warnken, a través de la cual interpreto a miles de chilenos, como queda en evidencia, -(siento pudor por estos guarismos elevados que hieren mi modestia), estriba en dos hechos, tan desafortunados como conocidos: uno, la entrevista edulcorada y sensiblera a Jaime Mañalich, Ministro de Salud (debiera ser Salubridad) del nefasto gobierno de Sebastián Piñera. El doctor Mañalich es responsable directo, junto a su mandante y amigo íntimo, del desastre humano, social y sanitario que estamos viviendo desde hace cien días.