Monseñor Romero, piezas para un retrato
Del libro de María López Vigil:
«El pueblo recogió su cadáver y lo lloró como se llora al padre y a la madre. Fueron ocho días de duelo y de orfandad. El Domingo de Ramos de 1980 los salvadoreños lo despidieron en una ceremonia multitudinaria, que fue interrumpida por calculados disparos y bombas arrojados por los cuerpos de seguridad apostados en puntos estratégicos de la plaza. Fueron 40 los muertos y centenares los heridos. La misa quedó interrumpida y el entierro tuvo que hacerse de prisa.«
Las unánimes reacciones al homenaje a Miguel Krassnoff por parte del Ejército
La reacción por parte de la ciudadanía fue unánime: salvo excepciones, todos condenaron el homenaje por parte del Ejército a Miguel Krassnoff.
Uno de los primeros en expresar su molestia fue el diputado Miguel Crispi, quien a través de sus redes sociales indicó que «nos resulta inaceptable el homenaje de la Escuela Militar a Miguel Krassnoff. Los órganos estatales que violentaron sistemáticamente los derechos humanos tienen una responsabilidad con la historia y la memoria».