Los miles de Ex Prisioneros Políticos que aún seguimos vivos, sabemos que nunca solicitamos el secreto sobre nuestros antecedentes. Es más, las entregamos llenos de esperanza, de que nuestro testimonio serviría para terminar con la impunidad. Lamentablemente no contamos, con la traición que se estaba maquinando, entre UD y el General (R) Juan Emilio Cheyre, su protegido, hoy acusado por participar en delitos de lesa humanidad.
Sin duda su versión será conocida, por todos los medios de comunicación, la mía con suerte alcanzara a algunos cientos de personas, producto de la falta de libertad de información y expresión que caracteriza el modelo neoliberal, administrado y profundizado por todos los gobiernos pos dictadura. Pero aunque esta verdad, me alcance sólo a mí misma, no dejaré de escribirla.