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Aquí no ha pasado nada

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22.12.2016
En una ceremonia en la Viña Santa Rita, Roberto Angelini recibió el galardón como «Mejor Empresario 2016», entregado por el Diario Financiero tras una encuesta entre lectores. Angelini «valora el reconocimiento, porque representa la validación de su modo de hacer empresa», publica ese diario.

Angelini es el presidente del directorio de Corpesca, la pesquera desde la cual su familia formó uno de los mayores imperios económicos de Chile. Hace apenas dos meses, la compañía que preside fue formalizada como persona jurídica por soborno a la ex diputada Marta Isasi y el desaforado senador Jaime Orpis.

¿Por qué se entrega este galardón al dueño y presidente de una empresa investigada por tan graves imputaciones? «Razones hay de sobra», explica el periódico. «Hay una aplastante evidencia objetiva que avala su reconocimiento. En poco menos de doce meses el grupo que dirige ha concretado operaciones que involucran más de US$2.100 millones», se dice en la introducción a una entrevista donde la otra «aplastante evidencia» (esa que maneja la Fiscalía para probar que Corpesca pagó a parlamentarios a cambio de favores políticos) no es mencionada ni una sola vez (ver entrevista).

No sólo la empresa que preside Angelini está formalizada. También el ex gerente general Francisco Mujica, por soborno y delitos tributarios. Angelini aseguró ante los fiscales que, tras revelarse los hechos en un reportaje de CIPER, «la compañía no ha tenido ningún vínculo posterior» con Mujica. Sin embargo, luego debió reconocer que Mujica había recibido un «paracaídas dorado»: la gerencia general de Agrícola Trani, con oficina en el edificio institucional del Grupo Angelini, y sueldo de $9,6 millones mensuales más gratificaciones.

El Grupo Angelini no sólo es el principal involucrado en el escándalo de la Ley de Pesca. También es protagonista en los casos de financiamiento político irregular. A través de sus empresas Copec, Arauco, Corpesca, Siemel y Cruz del Sur, entregó al menos $2.250 millones en aportes irregulares a la política, que luego rectificó ante el Servicio de Impuestos Internos. El SII no se querelló, lo que ha impedido a la Fiscalía avanzar en la investigación de estas platas. Ellas incluyen aportes a las campañas de Michelle Bachelet y Marco Enríquez-Ominami; y a beneficiarios relacionados con políticos del PPD, la DC, la UDI, RN y el PRI.

Este asunto incómodo tampoco fue mencionado en la ceremonia, ni en la entrevista sobre la premiación a Angelini. El galardonado agradeció recordando los comienzos de Corpesca, cuando su familia reclutó trabajadores en Arica «ofreciéndoles una alternativa laboral a la vida de excesos que llevaban, algo que a los pocos años ellos le agradecían». Ahora, en cambio, se lamenta Angelini, «es duro ser empresario. Es cuestión de ver televisión y leer los diarios. Es un rol que está muy castigado y muy vilipendiado».

Pero no por todos. Baltazar Sánchez, presidente de Ediciones Financieras, dijo que «esta premiación refleja exactamente lo que la gente quiere y valora».

Roberto Angelini, «Mejor Empresario 2016». Y aquí no ha pasado nada.

***

El único que supera al Grupo Angelini en el monto de sus aportes políticos irregulares es SQM. Hace un año, Julio Ponce anunció que dejaba el control de la compañía. En medio de una cascada de escándalos (partiendo por el mismo Cascadas, y siguiendo por las platas políticas negras y el conflicto por el contrato con Corfo), el ex yerno de Pinochet finalmente decía adiós. Tras dejar la presidencia de SQM y los directorios de las empresas cascadas, a través de las cuales controla la minera, se anunció la venta de Calichera, dueña del 23% de SQM, y con ello del poder de elegir tres directores cruciales para el control de la empresa.

Sin embargo, después de un año, el anuncio quedó en nada. Más allá de los problemas legales y económicos que pueden haber trabado la venta, el mar de fondo es otro. Según esta crónica de La Tercera, «no son pocos en el mercado los que creen que el proceso de venta de Pampa Calichera no es más que una estrategia para ganar tiempo y que a fin de cuentas Ponce no piensa dejar el control de SQM». En el cálculo entran el alto precio de litio, la perspectiva de una mayor valorización de la minera, y la cuenta regresiva para que deje su cargo, al terminar este gobierno, el enemigo número 1 de Ponce, el vicepresidente de Corfo, Eduardo Bitran.

Lo concreto es que Ponce ya resistió a un año más de revelaciones escandalosas sin soltar el control de SQM, la empresa de la que emergió como controlador tras la privatización en la dictadura de su suegro, y a la que convirtió en una generosa caja pagadora de políticos mientras cerraba beneficiosos contratos con el Estado y sobrevivía a múltiples investigaciones judiciales.

Ponce sigue al mando.

Y aquí, tampoco ha pasado nada.

***

Alfredo Moreno está a punto de convertirse en presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC). Con el consenso de las seis ramas ya consolidado, sólo restan formalidades para la elección.

Alfredo Moreno, próximo mandamás del gran empresariado chileno, es también el presidente de Empresas Penta.

Es cierto que Moreno no presidía Penta cuando esta se convirtió, citando la célebre expresión del fiscal Carlos Gajardo, en «una máquina para defraudar al Fisco». Pero sí lo hace hoy, designado por quienes siguen siendo los dueños de Penta. Formalizados y a la espera de un juicio cuando venza el plazo de la investigación, en marzo próximo, Carlos Lavín y Carlos Délano (alias Choclo), ahora enfrentarán ese escenario con su hombre de confianza como cabeza del empresariado nacional.

La relación es antigua: Moreno fue el negociador de la venta del Banco de Chile a Andrónico Luksic por parte de Penta y otros grupos. Un negocio que terminó en la Corte Suprema, que condenó por unanimidad a Délano, Lavín y otros cinco vendedores por uso de información privilegiada en la transacción (debieron pagar una módica multa de $30 millones cada uno).

Hoy, Moreno no sólo preside Empresas Penta. Además integra el directorio de otras compañías del grupo: Banmédica, Penta Vida y Penta Las Américas. Según La Tercera, ya tendría decidido mantener esos directorios en paralelo a su presidencia de la CPC. Tal como Corpesca, Penta también está formalizada como persona jurídica, y por partida triple: Penta Sociedad Anónima, Inversiones Penta III, e Inversiones BanPenta S.A.

Hay otro antecedente relevante en torno a Moreno: durante la campaña de 2013, sus sociedades entregaron irregularmente $15 millones a una secretaria y un asesor del entonces candidato a senador Iván Moreira. Tras el estallido del Caso Penta, las empresas de Moreno (Río Claro y AMC Consultores) pidieron rectificar las boletas emitidas a cercanos a Moreira, adelantándose así a eventuales acciones legales.

Al momento de entregarse ese dinero, Moreno ejercía como ministro de Relaciones Exteriores. Ante la información, explicó que la administración de ambas empresas estaba en manos de un tercero.

Así, después de dos años de escándalos que han minado gravemente su prestigio; después de promesas de mano dura y rectificación; después de platas ilegales, colusiones, sobornos y evasiones tributarias, los grandes empresarios elegirán como su timonel al presidente de la empresa símbolo de estas prácticas: Penta.

Y aquí no ha pasado nada.

*Fuente: CiperChile

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