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Testimonio acerca de los acontecimientos de la Revolución… desde Cuba

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De diferentes partes varios amigos me han preguntado por  la situación que hoy está viviendo la Revolución Cubana. Sería una absurda pretensión creer que podría dar una acabada  respuesta a tan complejo asunto. El estar viviendo “encima” de los propios sucesos aún en pleno desarrollo, añade una cuota de mayor complejidad al tema. Muchos desde el exterior me trasladan interés y esperanzas en el renovado proyecto cubano, y éstas objetivamente existen… y nacen de infinidades de asuntos concretos en que hoy está empeñada la Revolución, pero en muchos, donde me incluyo −aunque parezca poco objetivo− es un deseo, es la subjetividad del querer la sobre vivencia de este proyecto … y que logre finalmente demostrar de una manera estable la posibilidad de una alternativa al capitalismo… porque pensar en lo contrario, sería doblegar razones y  corazones  al mundo de la cultura del consumo y el egoísmo, que implacablemente envilece a millones a costa de minorías solazadas en la riqueza. …Y esto último a muchos cubanos comunes les puede sonar como ampuloso…  trillado, no les llega… o no les importa; es como una paradoja, es una realidad aplastante pero inexistente o demasiado lejana para un importante sector de los cubanos de ese 75 % de nacidos posterior al triunfo de la Revolución en 1959.
Para aproximarse a una comprensión de la actual situación, es imprescindible una síntesis de los orígenes, de las causas y razones de la llamada Actualización Económica y Social, (en adelante AES) en que está inmersa la Revolución. Este proceso necesariamente iba a tener, −y actualmente  tiene−,  infinidad de consecuencias e interrelaciones con todo el devenir de asuntos esenciales del proceso revolucionario cubano. Por tanto ya es un proceso histórico, estratégico y global, que ampliamente excede a su nominación puramente económica, de cuyos resultados, −en gran medida− dependerá la sobrevivencia del carácter socialista de la Revolución Cubana, y desde ya es bueno aclararlo…, es  un socialismo cubano, que aún está por diseñarse, se va creando sobre su propia marcha. Lo han dicho explícitamente sus líderes, la experiencia ha sido demasiado amarga y catastrófica, no hay modelos de socialismo a copiar.
Es escuela en Cuba interpretar sus hitos más trascendentes concatenando los hechos históricos con una mirada abarcadora, dialéctica y coherente que llega a los orígenes mismos de la nación cubana. El actual proceso no escapa a esta metodología, no obstante por razones prácticas, acotaremos este asunto a sus causas y orígenes más inmediatos. Sin lugar a dudas, esta AES es consecuencia directa de la desaparición del campo socialista, principalmente de la URSS, con la subsiguiente eliminación en 1991 de casi el 80 % del comercio exterior cubano. Eso quiere decir que dejaron de llegar insumos esenciales para vivir, en el argot popular: “es el fin de la teta rusa”. Así nace el llamado “Período Especial”, quizás la crisis económica más devastadora que ha existido en la historia de Cuba… Los prolegómenos del proyecto de AES aparecen después de 15 años de soportar este período, en momentos que se aprecian limitados avances económicos en el país, y aproximadamente un año después del retiro de Fidel de los principales cargos públicos ocurrido a mediados del año 2006. El proyecto nace sobre todo de la voluntad de la dirección política del país por terminar con las dramáticas consecuencias de este período ante la incapacidad y ausencia de resultados relevantes logrados por las medidas adoptadas hasta ese entonces.  Los nuevos rumbos también demuestran la reiterada voluntad del gobierno por no claudicar a la fácil tentación de regresar a un capitalismo de país pobre, dependiente y subdesarrollado. No podían ignorar tanto sacrificio material y humano sostenido durante más de 50 años y rendirse ante este inesperado y nunca pensado desastre que de bruces cayó sobre este pueblo. No les quepa duda alguna que ningún gobierno, al menos en esta parte del mundo, hubiese resistido tamaño descalabro en la vida de la inmensa mayoría de su pueblo. No obstante, las consecuencias de tal resistencia, en  más de 20 años de este período especial,  aún persisten… y están en todo orden de cosas; Aunque la situación económica ha cambiado notablemente, los daños más graves para el proyecto revolucionario están en el orden subjetivo, en los valores éticos, culturales y políticos de toda una generación nacida y formada bajo precariedades sostenidas.
Dos importantes elementos externos han influido en la generación de esta AES, la crisis económica internacional y la sostenida política de bloqueo de los EE.UU. hacia Cuba. Ambos elementos, para no pocos cubanos de estas generaciones del “período especial”, son “justificaciones”, “discursos gastados”, o simplemente hacen oídos sordos porque no leen, no se informan, o están irritados por un consumo precario o ya ansiosos por un consumismo irrealizable surgido de un bombardeo mediático tanto nacional como extranjero. Y lo último no es “errata”, ya se aprecian claros estímulos de cultura consumista y enajenada de evidente origen criollo. Jóvenes de mi barrio me lo han dicho personalmente, “estoy cansado de tanta muela…, (discurso vacío por su reiteración)…con eso yo no resuelvo mi problema”. Lo cierto es que no hay país al que se le haya perseguido con tanta saña. Son demasiados los datos que demuestran como el bloqueo afecta a todas las esferas de la vida del cubano, aunque no pienso atiborrarlos con ello. Es una persecución implacable, y por su carácter extraterritorial, ocurre en cualquier parte del mundo. Todo lo que compra Cuba se encarece doblemente, por la espiral de los precios en el mercado externo, y por la verdadera guerra económica impuesta por los EE.UU. Y ni qué decir en el plano financiero, los préstamos, inversiones y operaciones de capitales cubanos, hasta hace muy poco se manejaban como operaciones secretas.  No pocos amigos en el país como en el extranjero creen que este asunto del bloqueo es un sofisma de la dirección política. “A los cubanos les sirve para manejar la situación y enmascarar sus ineficiencia”, me señaló hace poco un chileno ex comunista. Y no es menos cierto,  determinados dirigentes cubanos acuden al bloqueo como justificación para sus propias incapacidades y las notables insuficiencias y errores de la economía cubana, no obstante,  esto no es razón para desconocerlo. Independiente a la apertura de relaciones con los EE.UU., hasta hoy el bloqueo es una realidad tangible… y contable.
En mi opinión el elemento decisivo en el origen de la AES es el cabal convencimiento de una cruda y realista apreciación de la situación interna del país, cuyo centro es una crisis económica sostenida, a la cual se suma una notoria crisis de valores en las bases ético morales en importantes segmentos de la sociedad. A pesar del descalabro económico, nunca se llegó ni se vislumbró un estado de ingobernabilidad en el país. Únicamente en una ocasión, en agosto de 1994, el propio Fidel en persona −sin balas de goma o de cualquier tipo, sin ninguna golpiza− disolvió en el centro de la Habana una importante manifestación de gente desesperada unido a grupos con carácter contrarrevolucionario. Durante la prolongada crisis que a ratos nos parecía permanente… nunca vimos un tanque en la calle, nunca tropas antimotines golpeando a manifestantes. Era como si en el silencio de largas noches de sofocantes apagones, la ciudad se caía en pedazos.  En esos primeros años del Período Especial, obviamente recrudeció todo el bloqueo de los EE.UU. hacia Cuba, se trataba de sólo un último empujón, y muchos en Miami “prepararon las maletas”, y no es ironía, es literal.
Es difícil saber cuando arranca la AES, en mi opinión sus antecedentes más lejanos están en los últimos discursos de Fidel previos al accidente del 2006 que precipitaría su retiro. El más emblemático es el realizado en la Universidad de La Habana en noviembre del año 2005. Allí encontramos una descarnada apreciación de la crisis económica junto a numerosos ejemplos concretos de profundas deformaciones morales en la sociedad resultado del dramatismo del período. Él, sin tapujos, −y así mismo lo ha seguido haciendo Raúl−  habla de graves y masivos actos de corrupción, derroches de todo tipo, robos de miles de millones de dólares en combustible, de verdaderas “mafias” −el calificativo es mío− organizados para tales delitos. En ese memorable discurso es cuando Fidel señala que son los propios cubanos los únicos que podrían derrotar a la revolución… y lo asegura después de haber contado a los estudiantes con detalles todas esas manifestaciones de individualismo y egoísmo tan ajenos a la sociedad que se ha querido construir.
Raúl Castro en julio del 2007, ahora como Presidente de la Republica, y en todos  los años sucesivos hasta el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, realizado en abril del 2011, extiende y pormenoriza esta desgarradora apreciación a variados ámbitos de la vida económica y social del país. Quién quiera conocer el detalle de este proceso debe acudir a esos informes del 2008 al 2011, casi todos realizados en las “rendiciones de cuenta” que hace el gobierno −dos veces al año− ante la Asamblea Nacional de Poder Popular, el parlamento cubano, órgano legislativo desconocido para muchos en el exterior.  Sin lugar a dudas el análisis de la realidad, como sus posibles soluciones, en un primer momento se concentró en el ámbito económico. La crónica ineficiencia productiva del sistema es uno de los más duros reconocimientos. Numerosas empresas de diversos rubros durante años producen pérdidas y son subsidiadas para impedir el despido masivo. Abunda en ejemplos de desidia en la administración, costosas inversiones mal planificadas o improvisadas,  dirigentes burócratas y derrochadores, verticalismo y centralización excesiva que paraliza decisiones, planes que nunca se cumplen, desorden e indisciplina administrativa, plantillas supernumerarias, se habla de cientos de miles de trabajadores en puestos inútiles. A eso se le suma las mismas deformaciones descritas por Fidel, como el robo, el despilfarro y la corrupción disfrazada de infinitas maneras. En muchos casos Raúl comienza por la denuncia con ejemplos muy concretos, que al pasar del tiempo aparecen de otra manera una y otra vez. A lo largo de todos estos años hemos asistido con cierta periodicidad a juicios ejemplarizantes sobre direcciones administrativa corruptas y a la democión de altos dirigentes y ministros.
En todo este apretado panorama  resaltan por su carácter global y sus múltiples y graves consecuencias ─y es un ordenamiento propio─ asuntos como el salario, la balanza comercial del país, y la política asistencial. En varios informes el gobierno ha reconocido claramente que el salario es insuficiente y está lejos, −cuestión que permanece hasta hoy− de satisfacer el consumo básico de la familia cubana. El salario había dejado de ser la razón principal para trabajar…, aunque esto nunca ha significado el abandono masivo de los puestos de trabajo ni una cesantía preocupante, sí es notorio un significativo cambio de lugares de trabajo hacia donde existan mayores ingresos “extra” salariales. Pueden imaginar la infinidad de consecuencias negativas de estos cruciales asuntos, que en términos bien generales, están expresadas en los párrafos anteriores, donde la improductividad es la consecuencia más nefasta. A todo esto se le suman temas complicados que exceden a los propósitos de este panorama general, como una deficiente administración empresarial y organización del trabajo que conviven con  precarias y viejas tecnologías.
Las cuentas las expresa Raúl con claridad meridiana, como la contabilidad del almacén o bodega de la esquina. Nunca dos mas dos son cinco. “Nadie, ni un individuo ni un país, puede darse el lujo de gastar más de lo que tiene”. La balanza comercial una y otra vez arrojaba cuentas negativas a pesar de las mil veces reiterada voluntad –por décadas− de sustituir importaciones. Esto genera, en las actuales condiciones de la economía internacional y de la implacable persecución norteamericana, costosos y difíciles prestamos desde el exterior. Fidel en el discurso ya citado hace referencia a un “grupito” de individuos que decidía las importaciones, en cuantía y calidad, a veces innecesarias o de reglones de productos que se pudieran fabricar en el país. Lo más insultante y grave  para la Revolución son los miles de millones de dólares erogados para la importación de alimentos, muchos de los cuales se pueden producir aquí, en los campos cubanos. Es poco probable, por no decir imposible, que una sola trasnacional en el mundo importe más alimentos que el estado cubano y a la vez subsidie los precios al consumidor. Somos más de once millones de consumidores que recibíamos mes por mes, alimentos como pollo, pescado, porotos, arroz, café, azúcar, fideos, aceite, pan, huevos, además de leche y carne para los niños y “dietas especiales” para cientos de miles de ancianos y enfermos. A todo eso, hasta hace muy poco tiempo se les sumaban diversos artículos de aseo básico. Y por cierto, −cuestión esencial que tendremos en cuenta mas adelante− si bien esa canasta básica es aún vital para una buena parte de los hogares cubanos, es totalmente insuficiente para cubrir el mes de consumo.
Al subsidio de esos alimentos, se le adiciona el de los combustibles para cocinar, el gas y la energía eléctrica, el teléfono, el transporte público y la vivienda. Prácticamente no existían impuestos y el agua aún es virtualmente un regalo. El cubano no tiene idea de lo que es pagar servicios comunales o el alcantarillado. Con un salario promedio que no sobrepasa los 500 pesos cubanos, un poco mas de 20 dólares al cambio –el salario promedio es mayor en la capital−  se cubren todos esos gastos subsidiados por el estado. Les repito… no es error y pongan atención en la cifra para otras reflexiones posteriores. Hagámoslo en pesos chilenos. Diríamos que con un dólar a 600 pesos, para hacer más fácil la cuenta, los 20 dólares son 12 mil pesos o 12 “lucas”, con esto se cubre el mes básico de consumo. Y la comparación no es para vanagloriar al sistema… necesariamente interrelacionado a la economía internacional… es imposible, dice Raúl en varias de sus reflexiones, mantener esta política de subsidios y gratuidades para los 11 millones de cubanos. Reitero, aún hoy… con 12 mil pesos al mes… se paga todo lo esencial para la vida de un cubano…, pero no todo lo que ese cubano necesita en esta vida.
Particularmente para los que viven en Chile, está demás recordarles el enorme significado de contar con una salud y educación totalmente gratuita, sin olvidar que en partes principales del ámbito  cultural también es subvencionado. Y es convicción reiterada una y otra vez, el mantener intocable estos pilares de la Revolución. Otro de estos pilares, y muy poco apreciado por el cubano común, es la seguridad ciudadana, no tienen idea de los llamados «estados fallidos» donde las mafias, los narcos, las pandillas han sobrepasado las capacidades de los estados de mantener su seguridad; mientras los ricos prefieren construir sus propios guetos rodeados de murallas, cámaras y guardias privados, a resolver las causas más profundas que originan tal caos y violencia. Indudable que aquí existe delincuencia y puede llegar a ser violenta, sobre todo en segmentos sociales de muy baja cultura. No obstante su incidencia es tal en la vida cotidiana, que a veces nos parece inexistente. Independiente a estas verdaderas conquistas de la Revolución, una buena parte de los cubanos que escucho en cualquier espacio público, todo lo malo, insuficiente y problemático alrededor de cualquiera de estos servicios,… es culpa del estado, del gobierno… o “de esta gente” como algunos denominan despectivamente a cualquier instancia de dirección del país. Y por cierto, la única exigencia para ser parte de estos millones de subsidiados…, es ser cubano… o extranjero residente permanente…no importa si trabajas o no, si eres negro o blanco, si eres comunista o contrarrevolucionario. Sin embargo, para no pocos nacidos con la revolución, sobre todo los del “período especial”, todo lo expuesto no tiene gran valor, es como indiferencia o menosprecio a una realidad que se asume sin la percepción de derechos conquistados. Y esto no es un lamento, es una verdad a tener en gran consideración para el futuro inmediato, y para entender los cambios que están ocurriendo. La libreta de abastecimiento familiar, donde se lleva el control de los alimentos distribuidos, debe desaparecer, y con ella todo lo subsidiado. Es cita textual de los últimos años de Fidel al frente del gobierno y lo reitera Raúl como parte indispensable de la Actualización Económica y Social.
 
El vital asunto de los caminos, las formas de construcción del socialismo.
En toda la historia de la Revolución, existe una esencia en cada uno de los métodos, planes, proyectos empleados para la construcción del socialismo. A lo largo de estos 55 años han existido diversas fórmulas e ideas matrices, épicas batallas en pos del socialismo que se sustituyen unas a otras. Durante años todas persiguen la construcción de una sociedad socialista justa, culta y solidaria, revolucionaria, internacionalista, donde en lo material “cada cual aporte según su capacidad y reciba según su trabajo”. Eso es esencia de un objetivo permanente aún por alcanzar. Por otra parte, Fidel en el discurso a los estudiantes del año 2005, reconoce −como un lamento− un error fatal: “el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo”, (el subrayado es mío). Y sin lugar a dudas, el actual proyecto tiene idénticos propósitos… es la construcción de un socialismo, a dicho Raúl, más desigual pero más justo, y −como acorde con estos tiempos−, debe ser  “sustentable”.
Es el mismo socialismo, pero hoy con adecuaciones que lo singularizan, está basado en la propiedad social sobre los medios principales de producciónno sobre todos y cada uno de esos medios de producción, persigue la igualdad, más no el igualitarismo, por esta razón es que se habla  francamente de un socialismo más desigual pero más justo. De estos principios básicos  se yerguen medidas que en poco tiempo han cambiado hasta la fisonomía de las ciudades y el campo cubano.   Y no cave duda, la dirección del país está convencida del método, con el actual proyecto en plena ejecución se debiera lograr, en plazos no breves, esa esencia soñada por tantos cubanos…, donde hay un notable giro en lo social… no más gratuidades, ni subsidios masivos ni paternalismos para los once millones de cubanos. Es bueno aclararlo, no existe ni aparece ningún indicio que reniegue,  o que exista algún desprecio por el estilo y el método previo en la construcción del socialismo.
Es imprescindible dar una rápida mirada a esas formas, a esas verdaderas “batallas” dadas por el país durante muchos años. Son los  tiempos de Fidel donde existe el mínimo común de buscar y encontrar en el pueblo y en sus organizaciones políticas, sociales y laborales, los principales “soldados” para emprenderlas. Increíbles obras que han perdurado hasta hoy salieron gracias a ese método. “Brigadas juveniles”, “contingentes obreros”, “destacamentos estudiantiles”, “ejércitos de batas blancas”, son nombres que evocan a cientos de miles de cubanos empeñados en las más disímiles labores, pero sobre todo es un concepto, un estilo político de protagonismo popular de masas organizadas y movilizadas para cada una de esas batallas. Es imposible en este espacio señalar cada una de las grandes obras emprendidas en todos esos años en que se disponía de muchos recursos. La última de las grandes batallas dirigidas por Fidel, −ya en pleno Período Especial y en los años antes de enfermar−, fue la “batalla de ideas”, donde se movilizaron quizás cientos de miles de trabajadores y profesionales de las más disímiles áreas económicas del país, todos en función de la construcción de obras sociales donde destacan la construcción y o reparación de escuelas, policlínicos, hospitales, hasta reparaciones y ampliaciones de aeropuertos. Lo más notorio fue  la formación de un contingente de 28 mil trabajadores sociales y miles de estudiantes universitarios lanzados contra el robo generalizado de combustible en todo el país, y para la realización de un pormenorizado estudio de miles de familias que vivían en precarias condiciones. Mientras tanto, y al mismo tiempo, esos contingentes participaban en una “batalla energética”. Se cambió la matriz de la generación de energía eléctrica en el país y pasan a segundo plano las mega generadoras “soviéticas” gastadoras de petróleo. Se dio un vuelco espectacular al derroche y al excesivo consumo energético. Se importaron desde China 14 millones de modernos equipos eléctricos para la cocina, sin contar el cambio de los refrigeradores y ventiladores nuevos por los viejos altamente consumidores, −todo a precios subsidiados y pagados en pequeñas cuotas−,  más los millones de “bombillos ahorradores”, estos últimos en ese entonces fueron cambiados sin costo por los incandescentes. La única manera de realizar tan compleja y masiva tarea fue empleando esos contingentes, casa por casa, en todo el país y con el indispensable apoyo de las organizaciones de masas del barrio, principalmente los CDR. Todos afanados cambiando equipos cuadra por cuadra,  mientras un par de jóvenes trabajadores sociales nos dirigía. Nunca más han ocurrido “apagones” en Cuba y el país había quedado en condiciones de asumir grandes proyectos consumidores de energía. Es preciso decirlo, cada una de esas grandes batallas produjo más de alguna consecuencia negativa y siempre aparecieron sus detractores.
Durante todo esa etapa previa al período especial, el país se había institucionalizado, el Estado se consolidó con todas sus  estructuras que le dan cuerpo, y se mantuvo en esencia la unidad del pueblo cubano, altamente organizado, tras el liderazgo de Fidel y el PCC, como principales instrumentos de sobre vivencia de la Revolución. Por ahí, y en el protagonismo popular y sobre todo en los resultados concretos de tantas movilizaciones y batallas, es que  andan las razones de la resistencia al descalabro del período especial. Una acotación imprescindible. Ninguna de estas obras en décadas de revolución, ha estado exenta de las deformaciones señaladas al comienzo, ni de extremismos, o lacerantes y solapadas persecuciones al que denuncia algún atropello, al discrepante, a  determinadas corrientes culturales, al crítico que está dentro de la revolución. Estos temas espinosos de una u otra manera se han reconocido, y es lo que explica algunas de las «adecuaciones» que escapan al mero asunto económico. En más de alguno de los discursos de Raúl en este último período aparece la necesidad de la crítica y la absoluta libertad para exponer errores e injusticias. Es recordado el ejemplo tomado por Raúl para adentrarse en este tema cuando en uno de sus discursos nos contó el caso de una cubana reclamando justos derechos, la mujer año tras año fue acallada, separada de su trabajo y nunca atendida a raíz de la muerte de su hijo atropellado por un alto dirigente de las provincias orientales. Así mismo hemos conocido sorprendentes casos de corrupción de cuello blanco. Todo este nuevo enfoque fue la base  para enunciar la política de «fin al secretismo«. En el país se había consolidado la política de ocultar estos asuntos en el supuesto de que su conocimiento público «no ayudaba a la revolución«. En Cuba unidad no significa uniformidad ni ausencia de diferencias, son habituales las permanentes contradicciones no antagónicas dentro y fuera del Partido, en el Gobierno y en cada rincón donde se junten tres cubanos. El pueblo es un enorme abanico de posiciones tras la Revolución; como también son cubanos los que están detrás de todas las denuncias mencionadas, muchos entronizados en el propio proceso. Son los autoritarios, los burócratas, los ortodoxos extremistas, los dirigentes incapaces y oportunistas que flotan entre sanciones y nuevos cargos.
Mi barrio de aproximadamente 1500 habitantes es un buen muestreo, –aunque reñido con las ciencias estadísticas–, de todo ese abanico imaginario de posturas y de conductas frente a la Revolución. En los colores más grises están unos cuantos vagos y mercachifles, también una preocupante cifra de jóvenes profesionales y técnicos que emigran al país “enemigo” buscando mejoras económicas, los hipercríticos que solo hablan, los indiferentes y apáticos pero que trabajan dentro del sistema,  unos pocos hostiles con la revolución que nada hacen, más los cansados o aburridos que ya perdieron las esperanzas…, demasiados jóvenes, buenos estudiantes o trabajadores, que viven y se divierten pero ajenos a todo asunto político y de compromisos sociales… Los jóvenes tienen su propio abanico de posturas, muchas veces más complejo y difícil de interpretar.  El país tiene cientos de miles, quizás millones de jóvenes estudiantes y trabajadores, la mayoría comprometidos con lo que hacen, no obstante una buena parte, los tengo en mi barrio, no se  involucran en actividades sociales, no participan más allá de alguna de las fiestas tradicionales, desdeñan todo compromiso ajeno a su labor personal. Lo más complejo es una marcada propensión al individualismo, al consumo de banalidades y  a una tendencia del «sálvese» quien pueda. Cuestiones quizás intrascendentes en otro sistema donde estos valores son su esencia, pero graves para el sostén de una sociedad basada en la solidaridad y en la fuerza de la unidad y compromiso social de la nación. En más de algún documento oficial se ha reconocido este fenómeno particular, aunque explican su causa principalmente por las miserias sostenidas del Período Especial.
No obstante, a través de los medios de información, sobre todo en las redes sociales, encontramos las más diversas posturas de reconocidos intelectuales revolucionarios, algunos muy críticos sobre este tema que trasciende al ámbito puramente económico para transformarse en un complicado asunto político cultural. Es común encontrar críticas a las maneras, las formas de hacer cultura, por un discurso gastado por el tiempo, por un estilo anquilosado de transmisión de valores, por una fórmula a-crítica de la enseñanza de la historia donde predomina un irreal esquema de buenos y malos. Hemos conocido opiniones que sitúan a lo cultural político como el tema principal. No se trataría únicamente de satisfacer necesidades de índole material, sino de forjar un ciudadano participativo, conciente y creador que supere el viejo esquema de diseños preestablecidos por el «organismo superior». Cuba es un hervidero de eventos, congresos, simposios en y de las organizaciones vinculadas al ámbito cultural, desde los educadores, escritores, historiadores, periodistas, etc., hasta los artistas de las más variadas manifestaciones, todos critican y sería imposible adentrarme en tan variado asunto. Sí puedo decirles que en general rescato ideas dentro de la revolución que definen a la cultura de los cubanos como principal instrumento de un socialismo que asuma la socialización efectiva de las decisiones y del poder, formando a un ciudadano participativo y creador.  Uno de los más afamados psicólogos del patio, sin ninguna duda, sostiene que el principal problema es cultural y no económico. Todo un gran tema, que nos indica que no hay nada más incierto que la ausencia de debate y de participación de estos sectores en el actual proyecto.
Y como para complicar más éste tema, hoy asistimos al consumo generalizado de una cultura «empaquetada«, se trata de material audiovisual «bajado» de televisoras extranjeras principalmente españolas y norteamericanas donde hay todo tipo de programas con predominio de  las telenovelas y la farándula de esos países. Son los «paquetes semanales» que circulan libremente a través de copias en memorias y comercializadas a bajos precios en redes periféricas y cuentapropistas  del ramo. Me comenta un amigo dedicado a tal negocio que viene de todo, son mil gigas de material y es el consumidor quién selecciona semanalmente unos cuantos gigas y decide qué cosa ver entre tanta oferta. Es consenso de muchos intelectuales y gente común, que tanto la calidad de las propuestas nacionales como el nivel cultural de los consumidores son los principales antídotos a emplear contra el paquete semanal. En la actualidad no hay espacios ni voluntad para las censuras y prohibiciones. Conozco personas que jamás leen prensa alguna o ven la televisión oficial… se enteran de asuntos trascendentes por comentarios callejeros. Quizás estamos queriendo que todos los cubanos, absolutamente todos sean cultos, altruistas y revolucionaros, mientras la obstinada realidad te indica lo imposible de tal propósito. Finalmente – no lo puedo obviar en este bojeo por el barrio–, el que siempre te encuentras más de un oportunista con carné de comunista. En general todos los que están en éste abanico de tonos grises, no son pocos, pero no son mayoría, y los que “son” de cualquiera de las infinitas variantes de estas etiquetas…, en casi su totalidad…, no se organizan, ni luchan…, y creo que esa es su esencia, la mayoría espera que la solución venga desde el norte. Y he empleado estas «etiquetas«, más bien para trasmitirles un sentir, porque no hay nada mas complejo que encasillar a un ser humano, mucho más si se trata de una o un joven cubano en medio de un mega proyecto que aún está lejos de lograr sus objetivos.
En los tonos más claros de este imaginario abanico –y en cualquier lugar pueden encontrarlos–   está la mayor parte de los cubanos. Y esto no quiere decir ausencia de posturas críticas. No es difícil encontrar decenas de comentarios, ensayos de todo tipo criticando cualquier aspecto del actual proceso,  y es un ejercicio complejo discernir las intenciones de los comentaristas, aunque poco a poco uno aprende a reconocer al intelectual crítico y auténticamente revolucionario, de aquel que te deja una clara sensación de desesperanza y fatalidad sin posibilidades de solución. De los sectores que apoyan salieron los mejores aportes y criticas al actual proceso. En mi opinión, hacia el extremo izquierdo del abanico están las primeras generaciones de los 60, 70 y  hasta el 80, esas de las históricas campañas de luchas contra bandidos, las fundadoras de los CDR, las de Playa Girón y la Crisis de Octubre, las que alfabetizaron, las que más adelante se formaron en escuelas al campo, las que construyeron presas y pueblos, esas protagonistas de todas las batallas épicas de Fidel. De allí nacen los cientos de miles de profesionales y científicos que hoy singularizan y enorgullecen a Cuba. Finalmente está el cimiente aún vivo de la Revolución. Son campesinos, obreros, intelectuales revolucionarios, hombres y mujeres de la tercera o cuarta edad, que vivieron el capitalismo en sus manifestaciones más indignantes, son los que han empeñado toda su vida por la  Revolución. Estos la critican apasionadamente, aunque al final le perdonan todo, –parafraseando a Martí–, porque es su obra.
 
Itinerario de la Adecuación Económico Social.
En junio del año 2006 aparece la información oficial del cambio de mando en el país. Fidel, a raíz de una complicada enfermedad, deja los principales cargos políticos y de gobierno, y en sustitución es nombrado Raúl, todo en apego a la Constitución de la República proclamada el 24 de febrero de 1976. Casi exactamente un año más tarde, en el acto por el aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio del 2007, Raúl  ahora como Presidente de la Republica de Cuba, encontramos los primeros indicios públicos, −al menos los que yo percibí− de un nuevo proyecto, nuevo camino para la construcción del socialismo cubano. Alguna vez, pasado el tiempo, nos enteraremos de las contradicciones, las búsquedas y sus protagonistas en el complejo proceso para arribar a las ideas matrices de esta AES.  Estoy convencido que no debe haber sido tarea fácil. Hay un claro cambio de estilo, de formas, aunque el proyecto tiene las mismas ideas esenciales que identifican al socialismo y a una CUBA independiente y soberana. Creo que por ésta razón aún se especula de supuestas diferencias de Fidel con los actuales rumbos… y sea así o no, la esencia no ha cambiado un ápice… Fidel sigue bregando por el Socialismo y es un francotirador permanente y profundo contra el capitalismo en sus periódicas reflexiones. En todo este Proceso de Adecuación Económica y Social, desde sus orígenes hasta su posterior sistematización en el VI Congreso del PCC realizado el 2011, Raúl se ha encargado siempre de situar a Fidel como inspirador, como guía del proyecto, recurriendo permanentemente a su pensamiento. En uno de esos casos, rescata ideas matrices dichas por Fidel 34 y 24 años atrás. Es muy interesante este asunto y puede tener varias lecturas. Raúl cita textualmente a Fidel expresando el contenido de las misma, y para no repetirlas, se adecuan  exactamente al momento actual, son plenamente vigentes, casi todas se refieren al ámbito económico y su lectura sorprende y al instante uno se pregunta… ¿Y entonces…, qué pasó… porqué no le hicieron caso?  Y a continuación Raúl esboza una respuesta que se queda en la autocrítica colectiva, referida a ausencias de organización, cohesión, donde las urgencias cotidianas les habrían impedido planificación a mediano y largo plazo… «y no fuimos suficientemente exigentes ante violaciones y errores de carácter económico cometidos por algunos dirigentes y también demoramos en rectificar decisiones que no tuvieron el efecto esperado pero supervivieron.» (Raúl en Granma 20,12, 2010) A  uno le queda la sensación de que no todo obedece a razones en el orden subjetivo…  que hubiese sido necesario medidas concretas más allá de la exhortación o de una correcta línea trazada, algún tipo de cambio estructural que no dependiera exclusivamente de la subjetividad y la conciencia de los cubanos. Claro uno lo dice en la comodidad del espectador que está fuera de la lucha y con la ventaja del tiempo transcurrido.
El presidente Raúl en el mencionado discurso de julio del 2007 da la primera señal de un cambio singular, cuando, después de explicar los múltiples problemas ya descritos, plantea: «Para tener más, hay que partir de producir más y con sentido de racionalidad y eficiencia, de forma que podamos reducir las importaciones en primer lugar de alimentos que se dan aquí, cuya producción  nacional está lejos de satisfacer las necesidades…», bueno, pero…, eso no es nuevo, lo diferente está a continuación en un párrafo siguiente, donde reconoce el duro trabajo del campesino y la necesidad de estimular convenientemente esta labor para finalmente rematar: «Para lograr este objetivo habrá que introducir los cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios«. Y más adelante al referirse a lo insuficiente del salario y todas las manifestaciones negativas acumuladas, advierte la complejidad de los problemas y que estos no se pueden resolver con exhortaciones y una simple crítica. Y esto último no es una frase más, encierra un giro en los métodos, donde la conciencia y las motivaciones ideológicas, van a ceder terreno, o a compartirlo en igualdad de condiciones, con los estímulos económicos concretos….Y así poco a poco comienzan centenares quizás miles de mujeres y  hombres en las más diversas comisiones, de las más variadas estructuras administrativas, políticas y hasta docentes, organizados en comisiones para diseñar el proyecto como un asunto global que escapa a las primeras medidas en el campo de la agricultura del 2007.  Es tal su amplitud de temas y tantas sus múltiples interrelaciones que «todo no se puede solucionar de inmediato«. No obstante, con la facilidad que me otorga el haber sido testigo desde la base, les resumiré un proceso que públicamente habría comenzado en julio del 2007, se organiza como un todo coherente en el transcurso del 2009 y 2010, hasta noviembre del mismo 2010 que es publicado como un proyecto a debatir,  hasta abril del 2011 en que adquiere la categoría de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
¿Cómo desde la base nos enteramos de este proceso desde julio del 2007 hasta abril del 2011 en que esta AES adquiere la trascendente condición de línea política oficial del estado cubano?  Es importante conocer este singular detalle donde otra vez aparece esta suerte de compulsión que tiene la Revolución por la participación masiva de los cubanos en sus proyectos trascendentes, aunque ahora el método es absolutamente singular. El primer ejercicio de participación fue convocado a raíz del ya citado discurso de julio del 2007. No se trata en esta ocasión de incorporar «contingentes» a ninguna batalla en particular, ahora consiste en la convocatoria a todo el pueblo cubano a opinar, criticar, enmendar, proponer sobre cualquiera de los dichos e ideas contenidas en ese documento. Todas las organizaciones sociales, políticas, de masas, sindicales, participaron del evento. Fue una suerte de ejercicio nacional que se repetiría, con mucha mayor preparación y organización  en noviembre del 2010, en ocasión de discutir el proyecto de «Lineamientos», como es más conocido popularmente esta Adecuación Económica y Social.
Fui testigo de la imponente preparación y organización en los municipios donde llegaban todas las críticas y opiniones desde los más diversos organismos de base. Eran verdaderos Estados Mayores donde recibían la información, la clasificaban, se organizaba de acuerdo a los diversos ítems que contienen los Lineamientos,  se agrupaban y luego ascendía toda la información a estructuras provinciales. Eso ocurría de igual manera en la provincia hasta llegar al nivel nacional. Y sí…, para conformar todas estas estructuras transitorias en los 169 municipios que tiene el país, fueron convocados centenares o quizás miles de jóvenes trabajadores y estudiantes afines a esta tarea. En discursos posteriores de Raúl está el carácter y las cifras millonarias de las opiniones al primer discurso. Supimos en ese entonces que más de alguna de estas asambleas a nivel de barrio se transformó en una suerte de catarsis colectiva donde el centro fue las críticas ante las penurias y dificultades concretas del momento. En el caso de los Lineamientos la participación fue mayor, y por el carácter de lo que se discutía aumentó significativamente la calidad. Y esto de la calidad de la participación, tenía mucho que ver con el tipo de colectivo donde se discutiera el proyecto. Por cierto, en las asambleas populares del barrio, las opiniones guardaron mucha relación con ese imaginario abanico desmenuzado en párrafos anteriores. Como anécdota les cuento que con relación a los Lineamientos, de las centenares de miles de opiniones recibidas, Raúl contó que hasta llegaron alrededor de 40, o 400 propuestas, –no recuerdo la cifra exacta y para el caso da lo mismo–, donde se pedía no poner límites a la propiedad y a la riqueza personal. En el primer acápite de estos Lineamientos –hoy política del Estado– denominado Modelo de Gestión Económica, en su lineamiento N 3 dice textual: «En las formas de gestión no estatales, no se permitirá la concentración de la propiedad en personas jurídicas o naturales»  Y fíjense, no se utiliza el concepto de formas de propiedad, sino de gestión de la propiedad. ¿Y por qué?…, porque el Estado, técnicamente  no traspasó propiedad a privados, sólo cambió su forma de gestión. La  entrega de los millones de hectáreas de tierra no es en propiedad, es en usufructo y por 20 años renovables, y este usufructo es heredable. Para las cooperativas agrícolas que tienen personalidad jurídica, es algo similar, no hay transferencia de propiedad de la tierra. Con la propiedad inmueble y los medios de producción entregados a infinidad de cooperativas NO agropecuarias creadas muy recientemente, donde ya aparece la pequeña empresa productiva y un sinfín de talleres, comercio y servicios de toda índole, incluyendo el transporte público, los bienes inmuebles son arrendados a cuenta-propistas y cooperativas, aunque se transfiere la total administración de las instalaciones como las del transporte. Las relaciones con el estado son contractuales, median impuestos y tienen un reglamento que regula su funcionamiento. En este momento se acerca a 800 mil trabajadores en este sector de formas no estatales de gestión económica, en un universo de un poco más de cuatro millones de fuerza laboral.
Y como se percatan, ya estamos en los contenidos y carácter de los lineamientos. Son 313 comprendidos en 12 esferas que conforman la política económica y social del país. Sólo les pondré los títulos de cada esfera, para tener alguna dimensión del asunto. 1. Modelo de Gestión Económica. 2. Políticas Macroeconómicas. 3. Política Económica Externa. 4. Política Inversionista. 5. Política de Ciencia, Tecnología y de Medio Ambiente 6. Política Social. 7. Política Agroindustrial. 8. Política Industrial y Energética. 9. Política Para el Turismo. 10. Política para el Transporte. 11. Política para la Construcción de viviendas y Recursos Hidráulicos. 12. Política para el Comercio. Cada una de estas esferas, dependiendo de su complejidad, puede tener desde uno hasta ocho acápites, y en estos acápites están distribuidos los 313 lineamientos. Diversas páginas Web cubanas, precisamente en Cubadebate, pueden encontrar íntegramente este material de carácter público. Nada más mirando los títulos de temas, hace  imposible meternos en cada uno de ellos, únicamente haremos mención a los que mas han influido hasta hoy en la vida de los cubanos.
Los Lineamientos son como una gran aspiración, son grandes objetivos en todas las esferas de la vida que tocan a cada cubano. Es obvio que la línea más general, contenida en la Introducción, define la construcción de una sociedad socialista y se plantea su irreversibilidad, donde predomina la planificación por sobre el mercado y la propiedad de todo el pueblo, –que son las formas estatales–, sobre los medios fundamentales de producción. Esto significaría, asunto que más de una vez lo he escuchado, que a la larga solo la propiedad de carácter estratégico quedará en manos públicas… o del pueblo, como se acostumbra decir en Cuba. Es un socialismo desigual pero justo, donde cada cual recibe de acuerdo a lo que aporta, donde se terminan las gratuidades y los subsidios masivos. Dentro de las diversas formas de gestión económica, (cuenta propistas, agricultores, arrendatarios, cooperativas), la principal es la Empresa Estatal Socialista. Y les pido retener este último concepto para verlo al final de este documento.
El proyecto, tal cual todas las formulas anteriores, busca lograr el bienestar para todo el pueblo cubano a través de alcanzar y cumplir con cada uno de esos lineamientos. La manera como conseguirlo, el cómo se hace, es otra cuestión, es otro gran problema que se desentraña en la misma medida que se toma cada decisión. Así comienzan a aparecer leyes, reglamentos, normativas, indicaciones que le van dando cuerpo  y contenido a cada una de esas más de trescientas líneas políticas. La tarea es de gran complejidad, cada medida puede tener múltiples repercusiones al estar todo el sistema interrelacionado. Una de las consignas rectoras dice  “avanzaremos sin prisa…, pero sin pausa”.  Raúl ha denunciado en más de una ocasión en estos tres años de implementación de los Lineamientos, presiones internas y externas para apurar el proceso. Disímiles artículos incluso más de algún libro comentan de diversas tendencias o actitudes frente a los lineamientos, que irían de los que quieren apurar el paso y dar mucho mayor espacio al mercado, o en el otro extremo los renuentes burócratas que ven perder su precario poder y  privilegios, o los de extrema izquierda que desde ya vaticinan a una Cuba que va derecho a las garras del capitalismo, hasta sectores contrarios al centralismo y control estatal que propugnan una aún mayor descentralización y mayor presencia y protagonismo del cooperativismo y la autogestión.
Todos los comentarios sobre determinados cambios vistos en las páginas anteriores, son la respuesta concreta a determinado lineamiento. Los más populares y conocidos son aquellos que su puesta en práctica han  repercutido desde ya en la vida cotidiana. Me refiero a la entrega masiva de tierras, a la constitución de las cooperativas agropecuarias y no agropecuarias, a la liberalización de precios y del comercio de alimentos agropecuarios de consumo cotidiano. Las cooperativas agropecuarias, después de cumplir la entrega de productos contratados con el Estado, más  todos los pequeños campesinos dueños de tierra o usufructuarios,  pueden vender libremente sus producciones de acuerdo al principio de oferta y demanda. Quien transporta el producto a la población, es la figura legal del comerciante, el intermediario. Un mercado mayorista administrado por una cooperativa es el espacio más conocido donde acuden mayoristas y minoristas. Muchos camioneros van directamente al campesino. La mayoría de los mercados del agro ex estatales –dispersos por la ciudad–  hoy son cooperativas que venden bajo ese mismo principio de oferta y demanda.  En cada esquina puede aparecer un cuenta-propista vendedor ambulante. Todos dentro del sistema, todos pagan impuestos. Se ha diversificado y estabilizado la oferta, y mejora su calidad.  Hay una pujante y creciente fuerza de trabajo que ha dejado de ser lastre y preocupación del Estado. Un importante detalle rompe con todo atisbo de satisfacción. Los precios, desde que se implantó el sistema, lejos de bajar… suben exageradamente …, se trata de aumentos del 100,  200 o 300 %. , y no exagero… soy un comprador habitual.  Y les  confieso, todo es muy reciente para arriar banderas, no obstante es una gran preocupación de todos, y en los medios masivos de difusión es un tema recurrente.
Este asunto, que golpea a la gran mayoría, se suma a los efectos del ir gradualmente eliminando gratuidades y subsidios. Un solo ejemplo para no atiborrarlos de datos. Todos los artículos de aseo básico, otrora subsidiados, salen al mercado por la red nacional de tiendas del estado con precios 30 o 40 veces más caros. En realidad el precio subsidiado era casi un regalo. El asunto es que los salarios están muy lejos de tener alzas que compensen tal impacto. En este mercado estatal es donde se compran alimentos primordiales para completar la canasta básica que dijimos notoriamente insuficiente. Un solo ejemplo, el arroz no subsidiado vale 20 veces más que su par subsidiado. En este caso no hay oferta y demanda, es el propio estado quién fija estos precios. Pero no se asusten si les digo un trabalenguas… el arroz que se vende a precios NO subsidiado… TODAVÍA ES SUBSIDIADO…  Yo les ahorro la cuenta, el kilo de arroz ese que le llaman no subsidiado nos cuesta alrededor de 250 pesos chilenos, que con eso ustedes no compran ni medio pasaje de guagua, (micro). Sería interesante saber cuanto le cuesta al estado comprar el kilo de arroz para once millones de cubanos…, –que todos los días lo comen…–  y se importa de lugares tan distantes como Vietnam, Brasil o Argentina.  Ésta es una de las más urgentes razones para sustituir importaciones…, porque no sólo se trata de arroz… es todo eso que contiene la canasta básica  detallado en párrafos anteriores…. y como corolario… es obvio que a estas millonarias compras obedecen las fuertes presiones por levantar el bloqueo que actualmente realiza el loby agropecuario del sur de los EE.UU.. No hay amiguitos nuevos ni los empresarios norteamericanos quieren salvar el socialismo en Cuba.  Un dato importante, hoy no todo el arroz se importa, una buena parte ya se produce en el país.
Finalmente acerca  de este problema, a mi entender el mas preocupante en la vida cotidiana, se trata de que todo el resto del comercio de bienes de consumo para vivir… como menaje del hogar, vestuario y calzado, perfumería, electrodomésticos, ferretería, bisutería, etc.… más todo tipo de alimentos y bebidas, se comercializan en redes de tiendas del estado recaudadora de divisas… o sea…, se compra en la moneda convertible cubana o CUC, que tiene un precio de 25 pesos cubanos. Creo que a estas alturas ya saben que en Cuba circulan dos monedas, el peso cubano tradicional y el CUC. Estos últimos para comprar en las tiendas conocidas popularmente como «chopyn», que nacen en pleno período especial por la justificada razón de recoger la moneda convertible, que en ese momento era el dólar en manos de la población que lo obtenía, y aún lo hace, principalmente por remesas desde el exterior.  La red de tiendas está en todo el país y se trata de numerosas mega empresas estatales dedicadas a este comercio. Muy pronto esta doble moneda va a desaparecer… –es un  propósito de los lineamientos–, pues es imposible ordenar la economía de este país con dos monedas paralelas y distintas en valor. Se ha preparado al país para un próximo «día D», donde el peso cubano retome su papel de moneda única.  Tal es así que si hoy vienen a Cuba, verían en las «chopyn» cada artículo con DOS etiquetas de precios distintos. Un solo ejemplo. Una  cerveza vale UNO en la moneda convertible o 1 CUC…, abajito aparece el otro precio de 25 pesos, que es el valor de un CUC.  Nadie lo ha dicho, pero es una verdad que los precios de estas chopyn, no obedecen ni nacieron relacionadas con el salario promedio cubano… «son recaudadoras»,  no tienen precios subsidiados, obedecen a los precios de importación, a altos impuestos y a todos esos costos de la cadena comercial hasta llegar al consumidor. No pocos artículos chilenos encontramos en las chopyn. Para un consumidor poco exigente, yo diría que en este sistema  hay de todo… quizás la variedad  no sea la mejor…, pero eso es secundario. El asunto principal son los precios… que nada tienen que ver con el salario promedio actual.  Y lo más lógico en este esquema, los precios han subido en los últimos cuatro o cinco años… al no ser subsidiados, al ritmo que crecen los precios en el mercado internacional.
No les quepa duda, éste es un gran  problema para el cubano medio… aunque aquí nadie pasa hambre, ni se han elevado los índices de desnutrición y los que se refieren a salud de la población y esperanza de vida… son iguales o mejores a los de países desarrollados. Este socialismo es como tener un seguro de vida permanente desde antes de nacer, aunque creo que casi nadie ni lo imagina. En realidad para un segmento significativo de la población, en los últimos años el problema de la alimentación es más bien de calidad y diversidad del consumo que su cantidad. Lo más complejo para las autoridades, es la inmensa brecha que hay entre salario medio con el costo de vida, por que no se trata sólo de comida. La recreación, la diversión, el esparcimiento y el consumo cultural en general, para muchos cubanos son tan vitales como los alimentos, y la mayor parte de este tipo de consumo no se subsidia. Y si me siguieron la explicación del alto «costo» de vida, se debe principalmente a los precios de las chopyn, que para vivir es imprescindible acudir a todos estos mercados recaudadores de divisas. Lamentablemente, no existe el dato del IPC, Índice de Precios al Consumidor, para medir la inflación por esta subida de precios en los últimos años donde el paternalismo estatal se retira poco a poco. Es ésta subida de precios principalmente en las chopyn, y la pronta desaparición del CUC, la que ha obligado a la emisión de nuevos billetes en pesos y de gran denominación, 200, 500 y mil pesos, de lo contrario si usted fuera a comprar un refrigerador en pesos y con las denominaciones actuales, tendría que llevar una maleta llena de billetes. Estoy imaginando cuando un trabajador, que por casualidad gane 500 pesos,  podrá recibir en un solo billete el salario del mes.
Entonces es aquí donde está el drama principal para la familia cubana, y me refiero principalmente a esa familia  que por ninguna vía tiene una entrada extra al salario…,  o reciben muy poco desde cualquier vía. Recuerden todo lo que cubre un salario de 20 dólares al cambio… todo eso inimaginable en cualquier otro lugar del mundo…, no obstante y es como paradoja, esos mismos 20 dólares no les alcanzan ni para un par de zapatos…, estos valen más o menos, de acuerdo a la calidad, como en cualquier economía interrelacionada con el mercado internacional. Aquellos de mala calidad que a un niño en edad escolar le pueden durar cuatro o seis meses, le cuestan esos 20 dólares, o talvez menos. Si quieren unos que duren el año o más…, tienen que buscar 80 dólares o más.  Imagino que se estarán preguntando… ¿Y cómo lo hacen?  Y la respuesta es tan complicada…, tanto como la diversidad de mecanismos legales extrasalariales y las redes ilegales tejidas durante los largos años del período especial.  Sólo enunciaré algunos títulos de lo que he podido conocer desde los medios oficiales y del contacto callejero… es un tema digno de estudios de diversas disciplinas y temas para novelas, sobre todo en el campo del «invento», donde se han dado rocambolescas  ilegalidades.
El más conocido de los mecanismos legales, es el pago o estímulo en CUC al trabajador en correspondencia con la productividad, lo hacen determinados sectores de la economía estatal. Su valor en ocasiones dobla el salario básico. En algunas empresas aún continúan entregando bienes mes por mes, desde alimentos hasta aseo personal… que en muchos casos son vendidos por el trabajador. Este mecanismo poco a poco ha ido desapareciendo. No obstante el estímulo, este no llega a cubrir todo el consumo mensual cuando se trata de un solo trabajador en la familia. Existe un sector que gana directamente en CUC, son los vinculados a empresas extranjeras radicadas en el país, hoy en expansión ante una nueva ley de inversión extranjera, más todos los trabajadores vinculados a labores en y con el exterior como artistas, deportistas de primer nivel, la aviación, marinos, comercio exterior, embajadas, etc..  Otro importante sector son los profesionales en el exterior en misiones estatales, que en un par de años pueden acumular algunos miles de dólares gracias a sus salarios y a una vida espartana de ahorros en lejanas latitudes. Estos profesionales no son mayoritarios en número con respecto a otros sectores, desconozco cifras oficiales pero podrían rebasar los cien mil. Son los que generan el principal ingreso de divisas al país. Es actualmente la principal riqueza de CUBA,  una premonición lanzada por Fidel en los primeros años de la Revolución.
Finalmente, está el principal mecanismo que es simplemente el salario. Lo ha repetido Raúl, actualmente insuficiente, y yo le agrego para entender el fenómeno, dramáticamente insuficiente. En los últimos años le han subido los salarios a seguridad pública, al sector educación y a salud. Estos últimos es reciente y casi le doblaron el salario…, no obstante… y no es majadería, es aún insuficiente. Hay que considerar que salud y educación comprenden casi un millón de trabajadores,  y consumen más del 50% del presupuesto nacional. Lo más reciente en este ámbito de la subida de salarios, es lo acaecido en la nueva Empresa Estatal Socialista, también parte de los lineamientos y aún en pleno desarrollo. En estas instituciones el crecimiento del salario debe corresponder directamente al aumento de la productividad. Si bien es cierto en determinados casos han sido notorios, tampoco llegan a ser suficientes. La razón principal de esta insuficiencia salarial, a pesar de las alzas, es que en estos últimos años se ha producido una brecha demasiado amplia entre salario medio real  y el costo de la vida para un consumo también medio al que aspiran la mayoría de los cubanos.
En el sector cooperativo y cuenta-propista es donde legalmente han tenido mayor aumento los  ingresos en correspondencia con los precios actuales. Recordemos que el cooperativismo está abarcando cada vez más rubros en áreas productivas y de servicios, y que según el proyecto, esto seguirá creciendo. El sector se  diversifica y crece y estimo que pronto se podría acercar al millón de trabajadores entre cuenta propistas y cooperativistas, no obstante, no olvidar que la ley no permite la concentración de la propiedad. Un campesino productor de ajos puede «enriquecerse…»  y me refiero al concepto popular de riqueza en Cuba, que nada tiene que ver con la verdadera acumulación de espectaculares riquezas producto del Neoliberalismo en Chile. Pero es suficiente para tener dos propiedades inmuebles, algunos vehículos y gastar abundantemente en recreación, comidas, bebidas y en todo el oropel que nos ofrecen las chopyn. Es este tipo de personas las que han hecho aumentar la presencia del turismo nacional en las instalaciones de primer nivel, en cifras que superaron las 300 mil personas el año pasado en los meses de baja del turismo internacional. Un dueño de dos vehículos de alquiler, dos taxis colectivos de esos viejos llamados «almendrones», puede ganar en un sólo día lo que devenga en el mes un profesor universitario. El chofer de uno de esos vehículos puede hacer ese salario del profesor en cuatro o cinco días de trabajo. Por estas razones es que uno de los lineamientos se plantea que el salario debe jugar su real papel y que cada cual reciba en correspondencia a lo que hace… y éste ejemplo es la más viva muestra de la injusticia con el profesional. Bien, a estos sectores emergentes hay que sumarle todos aquellos que reciben remesas desde el exterior… y es un total anual importante en la economía doméstica, cifra que no se informa oficialmente, no obstante algunos economistas del patio especulan y señalan valores que superan los dos mil millones de dólares anuales.  Aproximadamente más de un millón ochocientos mil cubanos están en el exterior, la inmensa mayoría en los EE.UU. La experiencia in situ, me dice que son como remesas de hormigas, muchos poquitos para mucha gente, conozco familias que reciben remesas que no pasan de los 100, 200 o hasta 500 dólares anuales, algunas con cifras mayores pero más esporádicas, otras nunca han recibido nada aún teniendo parentela en el exterior. Conocemos de casos de remesas con cifras considerables destinadas a la construcción y o compra de viviendas, o como inyecciones para emprendimientos privados.
En acciones cuasi-legales o francamente ilegales está otra de las fuentes para el aumento de los ingresos. No voy a ocupar espacio para contarles las mil y una formas de robo casi legal y en alguna medida aceptado socialmente. Se trata de las mini transacciones de todo tipo echas por la población con recursos del Estado obtenidos por las más increíbles formas. Son robos, adulteraciones, mermas por falsas roturas o deterioro, donde también cave alguna prestación de servicios, como de transporte, hasta el tráfico de influencias y favores. Y es un mercado hormiga donde el autor  no acumula más de lo que la realidad y los peligros le permiten. En general este mini-robo es aceptado socialmente, con estas acciones el trabajador apenas puede lograr incrementar escasamente su salario. Muchos no aceptan este hecho y al estar lejos de la base donde vive el ciudadano común, ignoran su extendida existencia. Si bien el asunto es un fenómeno bastante extendido, conozco trabajadores que se sienten incapaces de repetir estas prácticas por muy extendidas que estén. Son casos imposibles de encausar por carecer de méritos el monto y frecuencia de los desvíos y o favores. De allí a los grandes desfalcadores hay un solo trecho… y se trata de la cuantía y la reiteración del dolo… muchas veces se empieza con poco y terminan  incorporándose a la categoría de nuevos ricos… que esconden con argucias y engaños el origen de su riqueza. Periódicamente aparecen en la prensa denuncias y juicios contra esta gran corrupción enquistada en el propio estado y que ha sido considerada de la mayor gravedad. Se ha creado un supra ministerio como Contraloría General de la República que en el último tiempo ha mostrado resultados notables. Hace muy pocos días, el ultimo «explote», como le llaman a estos casos que aparecen con cierta frecuencia en la prensa nacional, fue el desfalco de millones de pesos cubanos en las empresas que almacenan y distribuyen los huevos tanto subsidiados como de venta liberada. Las penas carcelarias para los complotados en el millonario robo, fueron de 10 a 20 años de cárcel.
Sin lugar a dudas, vivimos un momento de transición en la aplicación concreta de los lineamientos y aún queda una franja importante de economía subsidiada. En las actuales condiciones es poco probable que siga reduciéndose considerando el estado actual del poder adquisitivo del salario medio. No obstante, el Estado, en cumplimiento de otros de sus lineamientos, ha comenzado –empleando al sistema bancario nacional–,  una fuerte y millonaria campaña de subsidios a la población tanto para la construcción de viviendas, donde se requiere cumplir con una exigente lista de requisitos…., y de prestamos bancarios para la construcción y o compra de diversos medios tanto para personas naturales como las jurídicas… o sea cuenta-propistas, campesinos usufructuarios y las cooperativas. Se ha desatado una virtual fiebre de reparaciones y construcciones debido a estos subsidios y prestamos, y principalmente por todos aquellos que tienen poder adquisitivo para la compra de esto insumos constructivos vendidos libremente por el Estado a precios no subsidiados. Hay que demostrar escasos ingresos para obtener subsidios de construcción y reparación de viviendas, aún así, las cifras son abultadas según el último informe que se entregó a la Asamblea Nacional. Corolario… los albañiles y constructores tanto de cooperativas como individuales, hoy son  altamente cotizados. Cualquier albañil al mes gana muchísimo más que un cirujano… que esté trabajando en Cuba.
Por otra parte, el transporte ha mejorado discretamente al menos en la capital, donde miles de autos viejos la recorren día a día, y numerosas micros chiquitas organizadas en cooperativas dan un nuevo servicio aunque aún insuficiente. Nuevas guaguas se incorporan y el precio del transporte tiene la misma enorme distancia entre lo subsidiado y lo no subsidiado. Cualquier tramo corto en taxi colectivo, cuesta más de 24 veces el valor del transporte público que no llega ni a la mitad de un peso cubano. Son 40 centavos de peso. Las micros en manos de cooperativas cuestan 5 pesos, más de 12 veces ese mismo valor.  En fin, La Habana se mueve… como reza el estribillo de una canción popular… aunque La Habana es mi propio escenario para este comentario…,  no es Cuba.
 
Algunas Generalidades al finalizar.
Los lineamientos contienen políticas macroeconómicas de vital trascendencia no expuestas en las páginas precedentes… se trata de áreas de las cuales se espera en el mediano plazo, impactos significativos en la economía del país. Es muy poco el tiempo transcurrido para hacer una evaluación aproximada. La promulgación de una ley para la Inversión Extranjera y la creación de la Nueva Empresa Estatal Socialista, obedecen a la puesta en práctica de los proyectos más ambiciosos en el campo económico, y de donde en verdad, depende el éxito del proyecto de la AES y de la real posibilidad de lograr un socialismo sustentable. Hace unos años, no puedo precisarlo, Mario Murillo, uno de los principales artífices y conductor del proyecto señaló sin remilgos que la verdadera riqueza del país no se lograba con «chinchales», y era obvio que se refería a los pequeños negocios en manos de cooperativas y del cuenta-propismo. Afortunado  o no el cometario, lo cierto es que Cuba apuesta en un ambicioso plan captar tecnología, mercados y capitales con una precisa cartera de inversiones donde sobresalen las conocidas como Áreas de Desarrollo. La de mayor impacto inmediato es la creación de una de esas áreas en el puerto del Mariel donde ya existen millonarias inversiones del gobierno brasileño. Muchos recuerdan las fracasadas zonas francas creadas en tiempos del periodo especial. Hoy las condiciones para los inversionistas serían más flexibles y atractivas… palabras que encierran seguridad e incremento de las ganancias y segura repatriación de capitales con bajos impuestos. Todo un escenario complejo para el ciudadano común ajeno a los vaivenes y peligros potenciales de estas aperturas donde también existen algunos defensores de captar inversiones aunque estas terminen hipotecando al país.
La Empresa Estatal Socialista, creo entender, es la dirección principal de la estrategia de la AES. Sumariamente les puedo comentar que ya existen normas y reglamentos que rigen su funcionamiento, construcción, control, carácter de las relaciones y contratos con el estado, planificación y participación de los trabajadores. Todo un andamiaje nuevo donde la característica principal es la descentralización administrativa, los ministerios se alejan del control y dirección cotidiana de estas empresas,  un reglamento fija su funcionamiento y establece cuotas en por ciento de cómo se reparten las ganancias. Destacan las partes dedicadas a la reinversión, la parte del erario estatal, al pago de los impuestos locales al municipio donde están instaladas, y el por ciento dedicado a salarios y estímulos laborales, cuestión principal para los trabajadores. Se paga de acuerdo a los resultados y en correspondencia con la productividad. En el último informe económico anual al parlamento en diciembre del pasado año, Murillo denunciaba a empresas que ya habían pagado por encima de las cuotas establecidas para ello y sin relación con el aumento de la producción. Un claro peligro para el sistema, argumento para los «estatistas» y burócratas que aún quieren controlarlo todo y también para aquellos que desconfían de estos «nuevos» empresarios acostumbrados por muchos años al sentido subjetivo del poder, de sentirse y actuar como propietarios… sin serlo. Sí quedó claro en el discurso de Raúl, que las medidas con estos empresarios serían todas las que la ley establece tanto administrativas como penales. Un dato no despreciable y peligroso, los dirigentes sindicales no repararon en la violación. Es en este sector de la Empresa Estatal donde la participación de los trabajadores adquiere relevancia estratégica tanto en la planificación, cumplimiento de los contratos y velar por la propiedad socialista utilizando el sindicato como principal antídoto ante un sentimiento  y conductas individualistas propios del capitalismo, que se pueden consolidar con el transcurso de los años… sobre todo… cuando aquellos que hicieron la revolución ya no estén. Les confieso…, ésta es mi principal preocupación.
En los lineamientos, otro asunto de interés del cubano común es aquel relacionado con el funcionamiento y la administración del gobierno, se trata de un fuerte intento por desburocratizar y agilizar todas las relaciones del ciudadano con el Estado. Se refieren a las mil ventanillas y extenuantes gestiones para cualquier trámite necesario. Se trata además de agilizar y facilitar esta relación cercenando de raíz toda corrupción administrativa enquistada hace mucho tiempo detrás de cada regulación o prohibición. También es parte de este perfeccionamiento el dejar al ciudadano con plena libertad sobre sus bienes personales como viviendas y vehículos privados. En esta misma dirección de apertura, se han eliminado restricciones y normas que impedían o dificultaban el viaje al exterior de los cubanos. Hoy las restricciones las pone la capacidad económica del propio viajero, y el país de destino al permitir o no la entrada de los cubanos. Una de las consecuencias inmediatas ha sido la salida de numerosos profesionales con experiencia a trabajar a países de mayor desarrollo. Es una injusticia con el  país subdesarrollado que aporta sus profesionales a los países ricos. Creo que muy pronto el país debe cumplir al menos con estos profesionales con el principio de distribución socialista y pagarles de acuerdo a lo que aportan… de lo contrario el desangre de hombre y mujeres calificados crecerá.
Ex profeso no he hablado del sistema político, aunque tangencialmente ha salido el tema sin ser centro de los lineamientos. No obstante, se apuesta al partido único y Raúl a hecho esfuerzos por democratizar la vida interna estimulando la participación, la critica y las discrepancias. El Poder Popular desde su Asamblea Nacional hasta la circunscripción y sus delegados de base, y el sistema electoral, estoy convencido que es perfectible y podría ser el tema de un próximo comentario. Hoy la dirección principal está en el terreno económico, con justa razón pues de su éxito depende la estabilidad del sistema político. El mono partidismo continuará existiendo como arma de la unidad ante el inmenso poder económico y político de los EE.UU. Denle una sola brecha y por ese resquicio entraran millones de dólares para levantar el mejor partido opositor, el más esplendido periódico contra la revolución, el más moderno canal de TV. Y como vimos, hay bastantes cubanos dispuestos a enrolarse en un proyecto de tal magnitud en contra de la Revolución. Y sepan que los EE.UU. nunca le han regalado nada a Cuba, toda la algarabía por la apertura de relaciones no obedece al éxito de las eternas presiones norteamericanas, ni es triunfo alguno de su política confrontacional, es un cambio ante la imposibilidad de doblegar a Cuba durante 55 años de Revolución. Por otra parte, es muy sintomático que éste trascendente paso de la diplomacia gringa  se realice exactamente en medio de todo este proyecto estratégico para el socialismo. Hasta hoy y a lo largo de estos 55 años, los norteamericanos nunca han dado “pie con bola” (adivinar, entender) en sus apreciaciones con respecto a la Revolución y su pueblo. Cuba ha sido enfática, Raúl ha sido explícito, no se permitirá ninguna injerencia en sus asuntos internos, no se negociará ningún principio de la Revolución en este nuevo escenario, por su parte Obama también ha sido claro, se trata de un cambio de método… el fin es el mismo. Al menos en el barrio muchos están claros de esto, no obstante allí están algunos que bailan y esperan ansiosos una supuesta  lluvia de dólares que caerá desde el norte.
El partido único, es quizás el asunto más polémico para el decimonónico pluripartidismo norteamericano, aunque en su esencia, no hay nada más parecido al Partido Republicano que el Partido Demócrata. En Cuba esto no es un asunto ideológico ni un dogma, hay una razón que lo justifica plenamente y tiene que ver con una realidad histórica muy concreta, se trata de un pequeño país que desde sus orígenes a luchado incansablemente por ser independiente… y hace 55 años se empeña en construir el socialismo a escasas 90 millas del imperio más poderoso de la historia humana… y en tan complejo proyecto…. no cave una quinta columna.  La unidad en torno al PC ha sido uno de los principales instrumentos en la cohesión y defensa de la independencia y soberanía de la nación cubana. Y tal cual ocurre en otros ámbitos, también acerca del Partido conocemos críticas y observaciones para sus propias adecuaciones. En las redes sociales son los intelectuales quienes polemizan acerca del tema, y los hay desde aquellos que apuntan a un ingenuo pluripartidismo hasta los que reclaman por un partido inclusivo, mucho más amplio y participativo, descentralizado, heterogéneo, en fin, efectivamente con más democracia a partir de adecuaciones concretas que superen las exhortaciones y los simples llamados a practicarla.
Demasiados retos tiene Cuba por delante… y todos tienen sus ojos, intereses y esperanzas en el resultado de este proyecto. De su éxito depende, y es mi opinión, la viabilidad del socialismo cubano. Independiente a deseos y voluntades, nadie puede decir con certeza cuál será el final de esta increíble gesta. Aún se escuchan las palabras de Fidel lanzadas en la Universidad como si se tratara de una escalofriante advertencia, cuando aseguró que los únicos capaces de destruir la Revolución, eran los propios cubanos.
 
Luis Rojas Núñez
Autor del Libro:
“De La Rebelión Popular a la Sublevación Imaginada”
LOM 2012.

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1 Comentario

  1. Mario Parada

    Lius, gracias por este excelente testimonio.
    Llegan a mis oídos la palabras del Ché: Seamos realistas, hagamos lo imposible.

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