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Bien vivir hasta el final

Bien vivir hasta el final
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19-Mayo-2014

Nos llegó el enlace a un vídeo extraordinario: Trabensol: una democracia participativa incluyente y real. Allí intervenía nuestro colaborador Antonio Zugasti. Y le pedimos que nos presentara en Atrio la experiencia que muestra el vídeo. Se puede elegir entre ver primero el vídeo y después el artículo o al revés.

El proyecto Trabensol

Desde que Trabensol empezó a aparecer en los medios, bastantes personas se han dirigido a nosotros diciendo: “Nos gusta mucho esa idea ¿cómo podríamos nosotros realizar algo así?” Nuestra respuesta es siempre la misma: En nuestro caso, lo primero fue un grupo humano. Un grupo humano con mucha actividad social a sus espaldas, con experiencia en asociaciones de todo tipo, culturales, vecinales, políticas, cooperativas…

y con un problema común: estamos al borde de la jubilación, ¿cómo abordar la etapa final de la vida para pasarla de una manera satisfactoria y sin ser una pesada carga para hijos e hijas, que bastante tienen con las tensiones de su propia vida, en un ambiente cada vez más inhumano?

La respuesta no fue fruto de una mente brillante, lo pensamos colectivamente. Una de las características de nuestro proyecto es, precisamente, el ser fruto de la inteligencia colectiva y la voluntad colectiva. Eso nos ha proporcionada una cohesión y una confianza mutua que nos han permitido sacar adelante el proyecto.

Partimos de una idea, ya presente en los pensadores de la Grecia clásica y que la moderna psicología ha confirmado, y es que la mayor fuente de bienestar son unas ricas relaciones humanas, cordiales y positivas. Por otra parte el apoyo mutuo permite afrontar muchas dificultadas de forma más fácil y económica que recurriendo a ayudas profesionales. Igualmente está confirmado que, para una vejez sana y satisfactoria,  mantener la actividad física y mental es mucho mejor que procurarse los cuidados y las atenciones más sofisticadas. Y el principio rector de todo es la convicción de que los problemas se resulten mejor cooperando que compitiendo.

Dedicamos muchas horas de diálogos y debates para ver la mejor forma de concretar estos principios. Por fin llegamos a la decisión de constituir una cooperativa para levantar un Centro de Convivencia para Mayores (queríamos que también en el nombre se distinguiera de una residencia habitual). La cooperativa TRABENSOL, (TRABajadores EN SOLidaridad) se formalizó en el 2002. A partir de ahí comenzó una agotadora búsqueda para encontrar un terreno adecuado donde realizar nuestro proyecto. Eran los años del boom inmobiliario, y los pocos terrenos disponibles tenían precios aterradores. Nos movimos por muchos ayuntamientos y pudimos olfatear el mundo de tiburones que brujuleaban en torno al negocio inmobiliario.

Por fin llegamos a Torremocha de Jarama donde el ayuntamiento acogió nuestro proyecto con la mayor simpatía y nos prestó todo su apoyó para que pudiéramos realizarlo. Y una vez más la inteligencia colectiva funcionó para seleccionar el mejor proyecto arquitectónico y llevarlo a buen fin.

Este proyecto de vida, que comenzó sencillamente como una iniciativa de un grupo de amigos para buscar la mejor manera de abordar su propia vejez, ha tenido una gran repercusión mediática. No sólo hemos aparecido en las principales cadenas de televisión españolas (en TVE en varios programas donde se ha expuesto ampliamente nuestra iniciativa) sino que medios de comunicación extranjeros como la BBC británica y la cadena europea de TV Arte le han dedicado espacios en su programación. Incluso la televisión pública iraní grabó una entrevista en nuestro centro con socios de la cooperativa.

¿Por qué han prestado tanta atención a esta sencilla iniciativa nuestra? ¿Será que de una manera más o menos explícita nuestra sociedad es consciente de que no tiene una respuesta satisfactoria para las necesidades del colectivo, cada vez más amplio, de las personas mayores? ¿Se ofrece normalmente a los mayores algo mejor que un lánguido y pasivo declinar? ¿No podríamos conseguir que la fase final de la vida sea una etapa vitalmente rica, donde las personas sigan creciendo humanamente y aportando a la sociedad todo lo que su experiencia les facilita?

En cualquier caso, la atención que estamos recibiendo nos hace sentirnos con una gran responsabilidad social. Tenemos que llevar adelante un proyecto ilusionante y mostrar en la realidad que se puede vivir de una forma satisfactoria con unos criterios y unos valores alternativos a los del mundo neoliberal. Y con ese rumbo comenzamos a navegar.

 


*Fuente: Atrio

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