George H. W. Bush, vicepresidente de la Administración Reagan, defendió a su país en las Naciones Unidas y declaró que el derribo del avión fue un incidente de guerra y que la tripulación del Vincennes actuó según el momento. En una conferencia de prensa del 2 de agosto de 1988 él dijo: «Nunca me disculparé por los Estados Unidos de América –No me importa lo que los hechos digan» en referencia al incidente.