Se cubre la cara con su delantal
y vuelve a su  tristeza sola,
a su monólogo clandestino,
a la razón de su sinrazón …
y se dice, con la cara cubierta
por su delantal y con el mundo en sus bolsillos …
 ¡hay que luchar …! ¡no hay más opción …!
¡ … es necesario continuar… ¡