El CNA, que llegó al poder en 1994 en las primeras elecciones libres de Sudáfrica, enfrenta ahora una de sus pruebas más difíciles, incluso que la de su lucha contra el apartheid. El nuevo ministro de economía ha dicho que ‘la propiedad de los activos y de la riqueza permanece concentrada en las manos de una pequeña parte de la población” y por lo tanto, a menos de 48 horas de haber tomado posesión de su cargo, se ha comprometido a “transformar radicalmente la economía de su país” imprimiéndole un violento giro hacia la izquierda.