Parecería la versión moderna y sin fin de las siete plagas de Egipto: vacas locas, gripe aviar, pescado contaminado con plomo, gripe porcina y langosta del desierto, la más peligrosa de las plagas migratorias, por no mencionar a la roya agresiva, que pone en riesgo a los cultivos de trigo en tres continentes. Pero hay más. La contaminación de alimentos, que puede ocurrir en cualquier momento de la producción o de la comercialización, enferma a una de cada 10 personas en el mundo, unas 700 millones al año, y deja a 420.000 muertas.