Según la OIT, desde que se inició la crisis habría 30 millones de desempleados más en el mundo y para el 2019 el número total de desempleados llegaría a los 213 millones (6% de la población activa) aunado con un déficit de 65.000 millones de dólares en los presupuestos de los países pobres y con cerca de 44 millones de personas viviendo en la absoluta pobreza.