El surgimiento de este movimiento antiestablishment, liderado por Bernie Sanders, tiene características semejantes a lo que ha estado pasando en España y en Reino Unido, y responde a una situación común en los tres países: las clases populares están hartas del maridaje entre los intereses económicos y financieros de las grandes empresas que constituyen la clase corporativa (the corporate class) por un lado, y las instituciones representativas por el otro, que las han transformado en meros instrumentos de tal clase.