“Los sepulcros blanqueados” de hoy, que se llenan la boca en defensa de la vida del nonato, no tuvieron ningún asco en propiciar y aplaudir los crímenes de lesa humanidad durante la dictadura de Pinochet, incluso, el reaccionario Jaime Guzmán – ideólogo de la UDI y de misa diaria – expresó que era partidario de la pena de  muerte y que el condenado tenía una oportunidad para arrepentirse y salvar su alma.