Tres mujeres revolucionarias, sencillamente siendo honestas con sus descubrimientos desembarazados del pensar común, son Lyn Margulis, una microbióloga, Marija Gimbutas, una arqueóloga y Elinor Ostrom, una economista. Entre las tres destruyen los mitos del egoísmo dominante en la especie humana y en el conjunto de los seres vivos, el mito de la tragedia inexorable en que deviene el uso y gobierno de los bienes comunes y el mito de la guerra universal de la especie humana y del mundo de la vida.